Saltillo, Coah., 4 de marzo

Antes del papa Francisco, la cúpula católica mexicana no escuchaba los dichos y pensamientos de obispos como el de Saltillo, Raúl Vera López, cuya voz estaba en medio de una especie de desierto episcopal, aseguró el sociólogo y periodista Bernardo Barranco, autor del libro El evangelio del obispo Raúl Vera, que este martes se presentó en la biblioteca Carlos Monsiváis, en esta ciudad.

Vera, dijo el escritor, es un obispo que paradójicamente tiene mucha fuerza en los ámbitos seculares, como serían los intelectuales, medios de comunicación, líderes de partidos políticos, gobernantes, miembros de la sociedad civil, pero hasta hace muy poco tiempo su voz no tenía resonancia al interior del Episcopado Mexicano.

Sin embargo, agregó, “con la llegada del papa Francisco la figura, la presencia y el planteamiento de Raúl Vera se han reposicionado, porque empata o coincide con las diferentes perspectivas de reforma que tiene el pontífice.

Podríamos decir que un año atrás era una voz casi en un desierto episcopal y justo al año de la ascensión de Francisco es un personaje central en la vida del Episcopado Mexicano, porque encarna la actitud y las reformas que el Papa está pidiendo en la vida de la Iglesia, expuso.

Barranco dijo que la intención de redactar el libro es sistematizar en México y en el exterior la perspectiva de un obispo que es muy respetado no solamente en el país, sino a escala internacional, especialmente en América Latina.

Explicó que el texto hace una evaluación del proceso de violencia en el país, sobre todo en el gobierno de Felipe Calderón; y de la invasión de la delincuencia organizada en diferentes ámbitos de la vida política del país, particularmente los procesos electorales.

La obra, editada por Grijalbo, hace en sus primeros capítulos un repaso biográfico del prelado y luego lo muestra como un servidor fiel de la tradición del movimiento estudiantil de 1968 y del surgimiento del Concilio Vaticano II, los cuales, respectivamente, marcaron diferencias para el país y para la Iglesia.

Barranco destacó particularidades de Vera, como el haber entrado a la Iglesia a los 21 años, una edad mayor a la común, ya que la mayoría de los obispos mexicanos ingresan entre los 12 y los 14 años.

Subrayó que Raúl Vera es uno de los pocos obispos con formación universitaria secular, es ingeniero químico por la UNAM, además de que fue activista en el 68.