Caracas, 4 de marzo.

El gobierno de Venezuela y organizaciones populares de todo el país rendirán este miércoles homenaje en memoria del líder y ex presidente venezolano Hugo Chávez Frías al cumplirse el primer año de su fallecimiento, y desde ayer comenzaron a llegar delegaciones internacionales, entre los que participarán en el acto figuran los presidentes Raúl Castro, de Cuba, Evo Morales, de Bolivia y Daniel Ortega, de Nicaragua.

Caracas vivió estos dos últimos días movilizada por los populares festejos del carnaval y el desplazamiento de miles de venezolanos hacia las playas, con la consecuente disminución de los focos de violencia en los que participa una evidente minoría.

Estos grupos extremadamente violentos, que comenzaron a actuar desde el pasado 12 de febrero, intentaron obligar a que no hubiera fiestas de carnaval, parte de la cultura popular de este país.

La respuesta gubernamental fue la apuesta a los Carnavales de la Paz, que la población mayoritariamente entendió como una respuesta a la violencia.

Fuimos testigos de increíbles momentos cuando, por ejemplo, un grupo pequeño de opositores marchaba con banderas y llamados insurreccionales y al llegar a una esquina se encontró con una marcha festiva de cientos, en su mayoría, disfrazados con motivo de los carnavales.

Esa escena en la que los opositores debieron dejar pasar la caravana festiva, que bailaba al son de tambores y cánticos seguramente no será transmitida por algunos medios, como tampoco se dieron noticias sobre los Conciertos por la Paz, en diversas plazas de esta capital, con miles de espectadores, participantes activos de una fiesta que fue demostración de una voluntad mayoritaria por la paz.

Anoche y esa noche hubo intentos tímidos de cacerolazos desde altos e importantes edificios, lo que no prosperó y se perdió en los grandes festejos carnavaleros, una respuesta creativa, que dijo más que cientos de discursos.

La Conferencia por la Paz, realizada el pasado 27 de febrero, y convocada por el presidente, Nicolás Maduro, es considerada como un duro revés para los sectores golpistas, especialmente porque mostró con la asistencia de importantes sectores de la oposición, las grandes empresas e industrias, la Iglesia católicas y otros que la salida violenta preocupa no sólo al gobierno. Es una fuerte expresión nacional.

En esta capital no hubo guarimbas (barricadas) en las últimas horas y es notable como se reducen los focos de violencia en los barrios residenciales y ricos, donde los alcaldes opositores han creado verdaderas zonas liberadas, para que estos grupos actúen sin intervención municipal alguna.

También la gira del canciller, Elías Jaua, por varios países de la región, así como su presencia ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, llevando datos, documentos y pruebas de cómo se originaron los hechos de violencia y quien comenzó el fuego, que en este caso no es sólo una frase, sino que se intentaron incendiar varios edificios, además de que el comienzo fue con dos muertes que no fueron opositores. El gobierno reconoce 18 muertes vinculadas a la violencia, y da cuenta de que donde hubo mano policial, hay una investigación en curso y los responsables están detenidos.

Como sostuvo el escritor venezolano Luis Britto García, que en todo el mundo los ricos celebran y los pobres protestan, mientras que en Venezuela los pobres celebran y los ricos protestan. Señala también que en este país nuestros privilegiados se sublevan contra todo el que gana elecciones: en catorce años el bolivarianismo triunfó en 18 de 19 consultas inobjetables. La oposición las desconoció todas, salvo un referendo donde obtuvo pírrica victoria, o aislados triunfos en elecciones locales.

En este marco de acciones típicas de grupos entrenados en los esquemas de la contrainsurgencia se conoce que entre los muertos de la oposición varios fueron víctimas de los grupos violentos, que esa misma oposición alienta. Todos están de acuerdo en que no existe una causa real para la protesta sino que todo es parte del plan que comenzó como La Salida el pasado 12 de febrero, y también de la Operación Calypso, que denunció Maduro en septiembre de 2013, y que tenía formatos similares a los que hoy se utilizan. Sicarios balean a sus propios manifestantes por la espalda o abaten bolivarianos desde edificios. Incendian medio centenar de metrobuses y varias centrales eléctricas. Caen víctimas de ambos bandos: lo que interesa al sicariato es la víctima, materia prima para las transnacionales de la desinformación. Adoradores de la muerte ahorcan muñecos como los que anuncian las atrocidades del cartel de Sinaloa, señala Britto García .

Advierte asimismo que una reciente encuesta de GIS XXI aporta datos esclarecedores: 79 por ciento de los jóvenes entre 14 y 24 años estudia; 67 por ciento de ellos en instituciones públicas y gratuitas. 90 por ciento considera que los estudios le aportan muchas o bastantes oportunidades. Setenta y tres por ciento aprecia que el mejor sistema es la bolivariana democracia participativa; 6 por ciento la democracia representativa, 6 por ciento la dictadura. Sesenta por ciento piensa que el mejor sistema económico es el socialista; 21 por ciento el capitalista”. Señala también el escritor para argumentar que cual sería la juventud venezolana que intenta derrocar a un gobierno que fue votado por 60 por ciento de jóvenes.

También otros estudios revelan que los grupos al frente de estas acciones violentas no son ya jóvenes y no responden a la mayoría del país ni representa a la mayoría de la oposición.

El presidente Maduro ratificó esta noche que éste es un golpe de Estado que ha causado preocupación en el mundo, y está financiado y manejado por Estados Unidos. Maduro se reunió esta noche con Evo Morales, y llegaron a la conclusión que se ha producido el mayor ataque mediático, que supera a lo sucedido en todos los golpes anteriores en este país .

Se refirió también a la agresión que sufrieron varios periodistas internacionales y nacionales en la Plaza de Altamira por parte de un grupo violento y que fueron rescatados por la Guardia Bolivariana.

El mandatario puso en duda que los medios a los que pertenecen hagan algo para denunciar esto, porque sería contradecir todo lo que están escribiendo.

La derecha opositora lanzó ayer un nuevo proyecto dirigido a crear un clima de ingobernabilidad y de caos social. La convocatoria fue realizada por Henrique Capriles para conformar comandos callejeros destinados a presionar al gobierno mediante la desestabilización. Esto es una prueba más de este plan fascistoide. Impostar una matriz política sobre una supuesta necesidad de cambios, no busca otra cosa que lograr algo no logrado por la vía electoral: la derrota del chavismo por la fuerza.

De acuerdo a los informes, una de las misiones de estos grupos violentos fue tratar de afectar los carnavales, Ante la reacción popular y la cantidad de turistas que asistieron a las playas en todo el país.

Por estas horas los sitios más complejos resultan Táchira, Nueva Esparta y Mérida, tal como denunció el ministro de Turismo, Andrés Izarra. También se denunció que en Isla Margarita, los alcaldes derechistas manipularon y manejaron la violencia y suspendieron las fiestas de carnaval.

En las últimas horas la presencia del pueblo en las calles hizo recordar aquellos días de abril de 2002 cuando se derrotó al golpe contra el presidente Chávez. Es el mismo espíritu de resistencia que esta vez se dio con un carnaval único en la historia de Venezuela.