Aquí se democratizó
el capital
Forbes mexicanos: 10% del PIB
A Carlos Slim, medalla de plata
a República está acongojada. Con profunda tristeza, los mexicanos (especialmente los 61 millones de hambrientos) se han enterado de que México ha sufrido una pérdida irreparable: Carlos Slim dejó de ser el hombre más rico del planeta (ahora ocupa la segunda posición), pues su modesta fortuna menguó (1.36 por ciento) en el primer año del gobierno peñanietista, al igual que la acumulada por los 15 barones autóctonos restantes que aparecen en Forbes.
Hasta hace poco en este país lo único que se incrementaba era el número de pobres y el monto de las fortunas Forbes, pero la ingrata realidad dio prioridad al primer indicador, el cual –ese sí– no disminuye ni por un milagro guadalupano (de hecho, en el ámbito latinoamericano no hay quién le arrebate a México la medalla de oro). Así, las fortunas conjuntas de los 16 barones mexicanos que aparecen relacionados en el inventario 2014 de Forbes apenas reúnen 142 mil 900 millones de dólares (72 mil de ellos bajo exclusivo resguardo de Slim), 3.77 por ciento menos con respecto a los 148 mil 500 millones de 2013. Un buen resultado, a pesar de todo, en eso que desde el salinato el gobierno ha dado en llamar la democratización del capital
.
De acuerdo con la revista Forbes, Bill Gates retomó la primera posición en eso de los multimillonarios en el mundo. Desbancó a Carlos Slim por una bicoca: 76 mil millones de dólares el primero, 72 mil millones el segundo, una diferencia de apenas 4 mil millones de billetes, monto éste superior en 52 por ciento al presupuesto de la UNAM para 2014.
Aun así, Slim no puede quejarse: de 1991 al cierre de 2013 su fortuna se incrementó en casi 4 mil 500 por ciento, al pasar de mil 600 a 72 mil millones de dólares (de acuerdo con los números de Forbes), de tal suerte que un pequeño resbalón cualquiera lo tiene. Además, el magnate mexicano no tiene rival en América Latina, pues su más cercano competidor es el brasileño Jorge Paulo Lemann, con 19 mil 700 millones.
Seis son los países latinoamericanos con multimillonarios Forbes: México registra a 16, con una fortuna conjunta de 142 mil 900 millones de dólares; Argentina, a cinco con 11 mil 300 millones; Brasil, 65, y 210 mil 400 millones; Colombia, cuatro y 30 mil 600 millones; Chile, 12 (incluido el presidente Sebastián Piñera) y 41 mil 250 millones, y Perú, nueve, con 11 mil 750 millones. En total, 448 mil 200 millones de dólares repartidos inequitativamente entre 111 personas. Con ese dinero podrían comprar toda Centroamérica y les darían 150 mil millones de cambio. Como se ve, en otras naciones también se ha democratizado el capital
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Quien debe estar verde de coraje es el empresario Germán Larrea (el de Pasta de Conchos), pues su fortuna, de acuerdo con el inventario Forbes, reportó un decremento de 2 mil millones de dólares en apenas un año. Si este nefasto personaje, el segundo más rico de México, se negó rotundamente a gastar un solo peso en el rescate de los 63 mineros que permanecen bajo toneladas de escombros en Pasta de Conchos, habrá que imaginar cómo se puso al enterarse de la minusvalía
(como dicen en la Consar) de su fortuna, pues con esa cantidad pudo comprar más caballos de pura sangre, que son los únicos seres vivos que le llaman la atención.
El totalmente palacio
Alberto Bailleres, otro barón de la minería, también salió rasurado en su fortuna. De los 18 mil 200 millones de dólares que Forbes le atribuyó en 2013, al dueño de Peñoles sólo le quedaron 12 mil 400 millones en el reporte 2014. Cinco mil 800 millones menos de un plumazo deben doler, aunque este personaje ha sido, como Germán Larrea, uno de los principales beneficiarios de la modernización
a la mexicana, especialmente en eso de las concesiones mineras. De hecho, su fortuna marca Forbes pasó de mil 900 millones de dólares en 1991 a 12 mil 400 millones al cierre de 2013, un incremento superior a 550 por ciento, casi igual a los aumentos al salario mínimo.
Otro que registró merma en sus haberes fue el empresario de los abonos chiquitos y los intereses de espanto. Ricardo Salinas Pliego tristemente vio cómo su fortuna Forbes bajó de 9 mil 900 millones de dólares a 8 mil 300 millones en el primer año del gobierno de Enrique Peña Nieto. Mil 600 millones de billetes verdes perdidos
en tan poco tiempo es para infartarse, sobre todo si se considera que desde su primera aparición en el inventario Forbes (1994) sus dineros reportan un crecimiento de apenas 600 por ciento.
Y los que restan, por el estilo. La señora Eva Gonda de Rivera, de Femsa, perdió 200 millones. Por el contrario, María Asunción Aramburuzavala sumó esa misma cantidad, al igual que Jerónimo Arango. Emilio Azcárraga alcanzó a ahorrar 100 millones. Y prácticamente sin cambios aparecen Carlos Hank Rhon, los enemigos del SAT Roberto Hernández y Alfredo Harp Helú, Max Michel y Rufino Vigil.
Las novedades son Antonio del Valle, ex banquero que reventó el Banco Internacional (Bital) sólo para venderlo a la trasnacional financiera HSBC. Forbes le atribuye una fortuna de 5 mil millones de dólares. Y la otra es David Peñaloza Sandoval, gran amigo de Carlos Salinas de Gortari y uno de los grandes beneficiarios de las concesiones carreteras, mismas que en el zedillato se rescataron
con recursos del erario (a la fecha por ese rescate
los mexicanos aún deben más de 160 mil millones de pesos).
Este personaje aparece con una fortuna de 2 mil 100 millones de dólares. Antes de huir del país, acusado de fraude por Nacional Financiera, su empresa se llamaba Tribasa. Huyó, lo pescaron y nunca pisó chirona. Lo liberaron para que alegre e impunemente retomara los negocios carreteros. Hoy su empresa se llama Pinfra y se dedica a lo mismo. Total, los mexicanos pagan sus cuentas.
He allí, pues, una muestra fehaciente del rotundo éxito de la democratización del capital
en México: casi 143 mil millones de dólares en manos de apenas 16 personas, aunque en las de sólo una se concentra más de la mitad de ese monto.
Las rebanadas del pastel
Si de bancos se trata, ayer se oficializó el nacimiento y entrada en operación de Investa, institución financiera 100 por ciento mexicana, cuyo nicho de mercado será la mediana empresa nacional, despreciada por las trasnacionales bancarias que operan en el país. El nuevo grupo cuenta con un equipo multidisciplinario de directivos, el cual tiene amplia experiencia bancaria en México y el extranjero, en las áreas de crédito, captación, finanzas, distribución, fusiones y adquisiciones, finanzas, riesgos y operaciones
, comentó el director de Comunicación, Lázaro Moguel Loria.
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