Como homenaje al reconocido caricaturista de La Jornada, pintor y escultor Manuel Ahumada (1956-2014), recientemente fallecido, la Editorial Resistencia –con apoyo de Jacqueline Valadez Pastor, compañera del artista–, publicó el libro Nadie es astronauta en su propia tierra.

El volumen reúne una muestra de dos de sus más memorables y entrañables historietas: Chimino y La vida en el limbo, así como diversos textos de colegas y amigos de Ahumada, testimonios de su singular creatividad, generosidad y amistad.

El reconocimiento a su trabajo y presentación del volumen, se realizó el domingo en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, acto en el que la periodista Blanche Petrich, los caricaturistas José Hernández, Gonzalo Rocha y José de Jesús Sampedro y el músico Jaime López destacaron el trabajo creativo de Ahumada, además de compartir anécdotas.

Durante el homenaje se recordó con profundo cariño a Manuel Ahumada como un generoso amigo y cómplice, como un original y brillante narrador visual y como poeta.

Cerca de la poesía y el surrealismo

Blanche Petrich comentó el quehacer periodístico de Ahumada. Luego de explicar cuáles eran las difíciles y autoritarias condiciones en México, en las que se ejercía el periodismo crítico en los años 70 del siglo pasado, la reportera destacó la importancia del cartón político, primero en el Unomásuno y luego en La Jornada.

En ese contexto, dijo Petrich, “Manolo fue un engranaje único y el más original. El que más cerca estuvo de la poesía, del surrealismo, del arte en muchos sentidos. El cartón de Ahumada, no era para reírse. Era para observar y reflexionar. Era un cartón como para viajar, pa’clavarse en las texturas”.

En su momento, Gonzalo Rocha compartió el gusto que tenía Manuel Ahumada por la comida, lo místico, lo chamánico y la técnica para pintar.

Explicó que Manuel fue el iniciador del realismo cósmico y el mejor ejemplo del sincretismo mexicano del siglo XX, al saber fundir lo urbano y lo cósmico, con nuestra cultura prehispánica y contemporánea.

Hernández reconoció sobre todo la influencia y la admiración que tuvo el trabajo de Manuel Ahumada, en su propia obra y trayectoria.

Nadie es astronauta en su tierra lleva en la portada la caricatura que realizó Hernández, publicada el 5 de enero de 2014, en el periódico La Jornada.

Testimonios de colegas y amigos

Con prólogo de Miguel Ángel Quemain el libro integra algunas de las historietas sobre Chimino, publicadas en el suplemento cultural Más o menos del Unomásuno, en los años 80, así como La vida en el limbo, publicadas en el suplemento cultural Histerietas, de La Jornada en los años 90.

También se encuentran distintos testimonios escritos por Rogelio Naranjo, Magú, Luis Fernando, Blanche Petrich, Víctor Roura, Jaime López, Carlos Paul y José de Jesús Sampredro.

Se publican también algunos cartones realizados por Rocha, El Fisgón, Nerilicón y Víctor Vélez Chubasco en tributo a la figura de Ahumada.