En el Instituto Tecnológico de Veracruz se crearon tres modelos de síndrome metabólico en ratas para estudiar los efectos de la administración de dietas ricas en diferentes ácidos grasos.

Rosa María Oliart Ros, jefa de la Unidad de Investigación y Desarrollo de Alimentos del Instituto Tecnológico de Veracruz (ITV), se dedica desde hace 15 años al estudio de los ácidos grasos dietarios –grasas o aceites que se encuentran en los alimentos– y su efecto en el síndrome metabólico.

Los lípidos forman parte de las membranas de las células, del recubrimiento y protección de órganos, del aislamiento de las neuronas; son precursores de hormonas y vitaminas; participan en la expresión de genes y en la señalización celular, explicó.

La integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) señaló que los seres humanos consumen este tipo de lípidos como parte de la dieta, pues se encuentran en la carne de res, el pescado o el pollo, los embutidos, leche, quesos, huevos y mantequilla, entre otros.

Importancia de las grasas

De acuerdo con la investigadora, los lípidos aportan alrededor de 30 por ciento de la energía que obtenemos de los alimentos. Otorgan más energía por gramo que los carbohidratos o las proteínas.

Oliart Ros estudia en especial los lípidos que no son sintetizados por nuestro organismo y, por tanto, debemos ingerirlos en la dieta; son los que se denominan esenciales. Pertenecen a la familia omega-3 y omega-6. Actualmente se consumen en cantidades no adecuadas, lo que lleva al organismo al desarrollo de algunos padecimientos.

Explicó que se ha demostrado que juegan un papel muy importante en el metabolismo, y que un desequilibrio en su ingesta puede causar enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad o cáncer.

He pretendido aportar conocimiento sobre estrategias no farmacológicas de prevención y tratamiento del síndrome metabólico, así como de los mecanismos celulares y moleculares por los cuales los nutrientes ejercen sus efectos, destacó.