Los menores expuestos a las discordias maritales presentan dificultades de aprendizaje, de nutrición, además de conductas antisociales, agresivas y en la edad adulta son incapaces de establecer vínculos afectivos exitosos, expuso en la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Esther López Corral, de la Universidad Pedagógica Nacional de Chihuahua.

Durante el cuarto Seminario bienal sobre desarrollo e interacción social: configuraciones y contexto, subrayó que la violencia conyugal tiene consecuencias devastadoras para los infantes: presentan dificultades de aprendizaje, emocionales y de salud que repercuten en su desarrollo integral.

Mencionó, además, que la exposición a ese fenómeno incrementa los sentimientos de inseguridad respecto a sus familias y padres.

Quienes crecen en hogares conflictivos no desarrollan habilidades para controlar y manifestar sus emociones, son más propensos a tener problemas interpersonales y en la vida adulta registran menos relaciones románticas exitosas, señaló la especialista, según comunicado de la UNAM.

La intervención de otro adulto

López Corral explicó que existen situaciones que median y moderan las consecuencias destructivas de la violencia conyugal. Por ejemplo, es posible que un pequeño expuesto a esas agresiones tenga un buen rendimiento escolar, pese a los conflictos, se percibe seguro debido a los cuidados de otro adulto, como una tía o una abuela.

En cambio, ejemplificó, influye negativamente en el desarrollo académico y emocional que un niño, tras una disputa, se haga cargo de sus hermanos menores porque la madre sale del hogar y el padre bebe en exceso.

La académica expuso que se requieren más investigaciones para determinar las repercusiones de la violencia conyugal en el crecimiento y establecer mecanismos para amortiguar los efectos negativos y proteger a los infantes.