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El sacerdote prepara una policía ciudadana en Apatzingán

No soy el más listo, soy el más hocicón: Padre Goyo
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En entrevista con La Jornada, el sacerdote Gregorio López acusó al alcalde de Apatzingán, Uriel Chávez, de ordenar asesinatos en ese municipio michoacanoFoto Víctor Camacho
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Periódico La Jornada
Jueves 27 de febrero de 2014, p. 16

Apatzingán, Mich., 26 de febrero.

Gregorio López, cura diocesano, ha pasado 19 años en la diócesis de Apatzingán, con dos intermedios: uno, cuando se fue a estudiar a Roma, y el otro cuando lo enviaron a una cárcel eclesiástica, en las inmediaciones del estadio Azteca, por ser el más rojo de los sacerdotes calentanos y porque necesitaban bajarme un poquito los humos.

No lo consiguieron, evidentemente. Gregorio López, más conocido como Padre Goyo, se ha convertido en una suerte de capellán de las autodefensas y más: en activo líder que ordena detenciones y prepara, ya, una policía ciudadana que, dice, sustituirá a la irreformable policía municipal de esta ciudad.

Tiene poder de convocatoria el Padre Goyo. Ayer se hizo esperar por los comandantes de las autodefensas en Tepalcatepec y hoy vinieron a visitarlo Hipólito Mora y José Manuel Mireles que, siendo masón, aceptó el nombramiento de vocero de la organización fundada por López, con todo y su nombre, que evoca la Cristiada: Consejo Ciudadano Responsable de Impulsar un Sano Tejido Social (CCRISTOS) se llama.

Se define el Padre Goyo: no soy el más valiente ni el más listo; soy el más hocicón de la diócesis. Hablando, efectivamente, es una ametralladora.

–¿Usted saludaba, trataba a los templarios? Están aquí, ni modo que no.

–En mi iglesia, antes de empezar la misa, antes del Padre Nuestro, decía: “los perros y los templarios, pa’ fuera”. En una misa aquí en catedral le pedí perdón a los perros, porque ellos son buenos.

–¿Desde cuándo?

–Desde hace rato. Además los templarios son protestantes, ellos confirmaban, ellos confesaban con una espada en el pie del buche.

Iglesia acobardada

Aunque es vicario de la diócesis y despacha en un salón privilegiado de la catedral –mesas de billar y de pimpón para el esparcimiento del personal–, Goyo insiste en que lo suyo es una misión solitaria: la Iglesia aquí se ha deslindado, es una Iglesia acobardada. Prudencia pura que no hace nada.

Goyo, en cambio, prepara la toma de Apatzingán –que, a la vuelta de los días, sigue sin ocurrir– armando un consejo de notables que busca que trabajen en todos los asuntos municipales: del desarrollo social al control de precios, de la depuración de policías a la formación de líderes.

–Con todo eso, ¿ya para qué quieren ayuntamiento?

–Pues es que ellos no están haciendo nada. Aquí hay muchos pobres, drogadictos, todo eso que dejaron los templarios y nadie los está atendiendo. Aquí la presidencia municipal es una pantalla, un hazmerreír. Los policías eran los secuestradores y el presidente municipal (Uriel Chávez, del PRI) era el que mandaba asesinar.

Hay cuatro policías que regresaban de Tlaxcala (donde estaban en capacitación luego de que la Policía Federal ocupó su lugar), que los acaban de agarrar (el sábado pasado) y confiesan que él les pagó para que mataran a fulano de tal.

–¿A Octavio Romero Solórzano (líder estatal del PAN, ex delegado de Profeco y amigo de Felipe Calderón)?

–A Octavio, sí. Ahorita me habló otro policía desde Tlaxcala, para que lo ayude. Le dije: Entrégame las fosas donde están los 300 secuestrados, y los mil 600 muertos de la ciudad. Entrégame una lista de todas las fechorías del presidente municipal, dónde y cuándo les ordenó. Porque les ordenaba matar, secuestrar, y ellos mismos lo están confesando.

–¿Qué había hecho la Iglesia todos estos años?

–Rezar. Pero aquí no es problema de la Iglesia, aquí es la institución, la alcaldía, y ellos se dedicaron a otros asuntos, a vender plazas...

–Pero los sacerdotes iban a dar misa a la Cruz Templaria.

–Yo he estado duro y duro desde 2009. Tengo 75 radiofonemas donde le pongo nombre y apellido a la delincuencia, a criminales, a bandidos. Tengo años con esto, no creas que ocho días. Si hubiera estado en otra parroquia no hago lo que hice. Estuve en el lugar y en las circunstancias oportunas. He tenido problemas con el obispo...

–Porque contradice la obediencia debida.

–La obediencia tiene que ser razonada, no estúpida.

–Mientras los templarios se hacían cargo de asuntos de salud, educación y justicia ante la ausencia del Estado, ¿qué hacía la Iglesia?

–De lo que estamos hablando es de un gobierno, de un Estado que no hacía lo que le corresponde. Pongamos el caso de un divorcio. No iban con el juez: se iban con el más estúpido de la región, Nazario Moreno, que ni la primaria terminó, pero estuvo en el bote varias veces, y 33 veces en centros de rehabilitación donde leyó la filosofía de los doble A; se leyó a Charles Russell (fundador de Los Estudiantes de la Biblia, movimiento milenarista); trae una mentalidad nietzscheana; él dice que está primero él y después Dios.

–Llegó a traer a Carlos Cuauhtémoc Sánchez.

–Sí.

La colusión con los templarios

El Padre Goyo dice que en las ventanillas de la Sedesol y la Sagarpa, entre otras dependencias, ya hay alteros de carpetas con solicitudes de financiamiento “para el compadre, la madrina, pura gente coludida con los templarios. Esos se van a hacer a un lado y se van a meter proyectos incluyentes, no exclusivos”.

Agrega que en conversaciones con el comisionado federal Alfredo Castillo han acordado que se financiarán proyectos productivos que sean integrales e inclusivos y, además, sean firmados por cuatro notables avales: José Manuel Mireles, Hipólito Mora, Estanislao Beltrán y él mismo.

Para el caso de Apatzingán, el sacerdote tiene muchos proyectos, pero menciona uno que parece interesarle en especial: microempresas para 400 viudas a causa de la violencia.

–¿Qué hacer con las comunidades divididas, con la base social de los templarios?

–Hay tres procesos: reconciliación, justicia y paz. Ahí me ayuda Serapaz. Y la semana que viene voy a Pereira, Colombia, donde nacieron las FARC. Ahí podemos aprender mucho.

–¿Por qué llegaron a tener consenso social los templarios?

–Por cinco razones: cooptaron el ámbito médico, de la salud; lo mismo la educación, donde todos los directivos tenían que ser templarios, pasar por sus procesos de seudofilosofía; la economía, porque todas las fuentes de trabajo las controlaron bajo su ideario.

“En el caso de la religión, la controlaron a través de una secta protestante llamada Nueva Cosecha. A nivel intelectual formaron Vida Vital, una especie de colegio, una casa de capacitación. Y por último la cuestión judicial, compraron todas las direcciones. Todas las autoridades actuales son de ellos. Y, finalmente, controlaron la seguridad pública, los Ministerios Públicos. Es decir, un cártel de la muerte lo hicieron de un cártel social.”

Carreta con todo y bueyes

No suelta el Padre Goyo al alcalde Uriel Chávez. Anuncia que este sábado ocurrirá algo relacionado con la presidencia municipal, aunque no da detalles.

Sí los da, y minuciosos, de lo que considera el comportamiento criminal del priísta en el ayuntamiento: patrullas clonadas, reuniones los lunes para ordenar levantones, nombres de desaparecidos y las circunstancias en que lo fueron. Y el dato mil veces repetido de que Chávez es sobrino directo de Nazario Moreno, el santón templario.

–¿Cómo ganó?

–Se compró la elección. No hubo oposición. El candidato del PRD tuvo que salir dos meses antes de la elección, y el del PAN era un pelele. Aquí se compró la carreta y también los bueyes.

–Las autodefensas insisten en la captura de los cabecillas, pero ¿algo va cambiar si no se desmantela la red que usted describe?

–Si no agarran las cabezas, las autodefensas tendrían que empezar a hacer su propia justicia.