Washington, 26 de febrero.

El jefe del cártel del narcotráfico más poderoso de México recurrió a aparatos de comunicación de alta tecnología y a tácticas avanzadas de contraespionaje para eludir durante 13 años la búsqueda internacional en su contra, según conoció The Associated Press (Ap).

Sin embargo, lo que selló su destino y marcó su final como prófugo de la justicia fue algo muy distinto a la tecnología de punta: una interceptación telefónica que permitió identificar el celular de uno de sus principales allegados.

Joaquín El Chapo Guzmán fue capturado en un condominio ubicado frente a una playa en el balneario de Mazatlán, Sinaloa. Un policía con conocimiento directo de los años de Guzmán como prófugo y un funcionario del gobierno estadunidense, al que habían informado del caso, explicaron a la Ap los detalles de la captura, su inclinación por la tecnología y por emplear maniobras que lo pusieran siempre un paso adelante de la ley.

Ambos solicitaron que su identidad permaneciera en el anonimato, porque no estaban autorizados a hacer declaraciones a la prensa. “(El Chapo) no escatimaba en gastos para protegerse”, dijo el policía.

Detectores para descubrir transmisores ocultos

Parte del equipo de comunicaciones que utilizaba Guzmán Loera no estaba disponible, en su totalidad, para consumidores comunes y corrientes. La refinación de los equipos y el empeño de Guzmán en su uso impresionó a los agentes que le seguían la pista.

Entre otras prácticas, Guzmán empleaba detectores de contraespionaje para descubrir transmisores ocultos en las habitaciones que pudieran delatar el paradero de personas con quienes se reunía.

Los equipos eran de alto nivel, dijo el funcionario policial.

Como estaba bien protegido, Guzmán podía asistir a actos familiares y se casó con una reina local de belleza en una fiesta a la que asistieron numerosas personas en su estado natal, Sinaloa, mientras dirigía su próspero imperio multinacional y multimillonario del narcotráfico.

Durante años, las autoridades estadunidenses y mexicanas intentaron detectar algún punto débil en la organización de El Chapo Guzmán. El funcionario estadunidense dijo que la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y la oficina de inmigración y aduanas (ICE) de Estados Unidos recurrieron a escuchas ordinarias para encontrar a Guzmán. El año pasado, los agentes lograron interceptar mensajes de BlackBerry y otras comunicaciones.

A principios de mes, las autoridades catearon uno de los supuestos escondites de Guzmán en Culiacán, capital de Sinaloa, donde el capo operaba casi con total impunidad. En el interior encontraron un celular que pertenecía al jefe de comunicaciones de El Chapo, lo cual llevó hasta un mensajero de confianza, dijo el funcionario.

El mensajero describió a las autoridades una serie de casas que Guzmán usaba como escondites. Cuando menos un arresto más dio otra pista a quienes perseguían a Guzmán de que éste podría encontrarse en Mazatlán.

La pista más importante provino de una escucha telefónica del ICE en Nogales, Arizona. Esa información dirigió a los marinos mexicanos al condominio exacto en el que se ocultaba Guzmán, poco antes de haberse escapado de los soldados por túneles interconectados en el subsuelo de sus escondites en Culiacán.

Las autoridades no revelaron los métodos específicos que utilizaron en los últimos 13 años.

En 13 años prófugo, no se escondió en las montañas

El agente dijo que mientras estuvo prófugo, Guzmán no se escondió en las montañas escarpadas del oeste de México. Con la asistencia de su propia fuerza de seguridad de confianza, y posiblemente de algunas autoridades mexicanas, se desplazaba libremente por algunas partes de México y quizá hasta en otros países.

Se desplazaba con toda impunidad en la mayor parte (de Culiacán), dijo el funcionario. Tenía aviones privados. Era empresario, viajaba para reunirse con personas con la finalidad de conversar no sólo de tráfico de narcóticos. Estaba interesado en negocios financieros, en los mercados. Tenía en vista la expansión de su imperio.

Cuando fue capturado, su imperio se extendía desde Canadá a América Latina, Europa, partes de Asia y Australia. Se cree que ha amasado una fortuna de miles de millones de dólares.

Las autoridades estadunidenses y mexicanas estaban cerca de pescar a Guzmán en el pasado, pero llegaban a complejos turísticos u otros lugares donde se escondía horas e incluso días después de que se había ido, dijo el funcionario policial.

La semana pasada, quienes perseguían a Guzmán estuvieron pisándole los talones cuando allanaron varias casas de seguridad en Culiacán. El funcionario policial dijo que El Chapo estaba un paso adelante de las tropas mexicanas cuando desapareció por la red de túneles ubicada bajo sus casas y luego se escondió en el edificio de apartamentos en Mazatlán, donde finalmente fue capturado.