En una audiencia general el Papa carga a un bebé de año y medio
Jueves 27 de febrero de 2014, p. 28
Ciudad del Vaticano, 26 de febrero.
El fundador de la Teología de la Liberación, la corriente católica de inspiración latinoamericana que defiende a los pobres, tuvo el martes pasado un recibimiento de héroe en el Vaticano, en momentos en que el otrora criticado movimiento continúa su rehabilitación con el papa Francisco.
El reverendo Gustavo Gutiérrez Merino, de Perú, fue el orador sorpresa este martes en el lanzamiento de un libro, en el que participaron el cardenal Gerhard Mueller, jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, entidad encargada de velar por que los sacerdotes no se alejen de las enseñanzas centrales de la Iglesia; el cardenal Óscar Rodríguez, uno de los principales asesores del Papa, y el portavoz del Vaticano.
El ex cardenal Joseph Ratzinger dedicó buena parte de su vida eclesiástica en la Congregación batallando contra la Teología de la Liberación y disciplinando a sus más famosos defensores, alegando que habían malinterpretado la preferencia de Jesús por los pobres y la habían convertido en un llamado marxista a la rebelión armada.
Esa interpretación fue poderosamente atractiva en las décadas de los 60 y 70.
Gutiérrez y los que los respaldan insisten en que la verdadera Teología de la Liberación se acopla perfectamente con las enseñanzas sociales de la Iglesia sobre los pobres, que el papa Francisco toma como suyas.
Francisco escribió el prefacio del libro de Mueller, Del lado de los pobres: Teología de la Liberación, en el que Gutiérrez escribió dos capítulos.
Gutiérrez, de 85 años, recibió un fuerte aplauso cuando el vocero del Vaticano señaló su presencia, y otro cuando se acercó al podio para hablar sobre la parábola del Buen Samaritano.
Jorge Mario Bergoglio ha tenido una relación complicada con la Teología de la Liberación y ha chocado con miembros de inclinación izquierdista de su orden jesuita, quienes adoptaron su politizado llamado a enfrentar la violenta dictadura militar argentina en la década de los 70.
Sin embargo, Francisco acoge totalmente el llamado jesuita a tener una opción preferencial por los pobres
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El diario vaticano L’Osservatore Romano ha estado en una especie de campaña de rehabilitación y ha dicho que con el primer papa latinoamericano, la Teología de la Liberación no puede permanecer en las sombras a la que ha sido relegada durante algunos años, al menos en Europa
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En otro asunto, el papa Francisco cargó al pequeño Daniele de Sanctis, de 19 meses, quien fue llevado por su madre a la audiencia general vestido con la misma indumentaria del pontífice e incluso una diminuta cruz pectoral.
Daniele lloró cuando el Papa argentino lo alzó para darle un beso, pero después se vio de lo más feliz cuando la Guardia Suiza le permitió trasponer una sección vedada de la Plaza de San Pedro.