Madrid, 26 de febrero.

Con la vista puesta en ganar tamaño para intentar competir con los grandes del sector, Repsol va a destinar a su división de exploración y producción 75 por ciento de los 3 mil 600 millones de euros que invertirá en 2014, mientras analiza objetivos de compra en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La petrolera española emplearía para estas potenciales compras los fondos que obtenga de la indemnización de Argentina por la expropiación de 51 por ciento de su filial YPF.

Una vez superado este trance, Repsol contará hasta con 6 mil 500 millones de dólares procedentes de la futura monetización de los bonos que le entregará Argentina como pago por la nacionalización, junto con la eventual venta del 12 por ciento que mantiene en la sociedad.

Este nuevo horizonte se produce después que el consejo de Repsol aprobó el martes un acuerdo con Argentina que le permitirá cobrar hasta 5 mil millones de dólares por la expropiación de su filial, poniendo fin a un conflicto de casi dos años.

De aquí a dos años deberíamos ser capaces de recuperar el valor nominal, los 5 mil millones de dólares, más el dinero de la participación del 12 por ciento, con lo que alcanzaríamos un nivel de entre 6 mil y 6 mil 500 millones de dólares, afirmó el presidente de Repsol, Antonio Brufau.

A esta cifra podrían sumarse otros 5 mil 500 millones de euros de una posible venta de su participación en Gas Natural. Tenemos una buena posición de liquidez y tenemos las acciones de Gas Natural, indicó Brufau. El grupo busca recuperar la producción y las reservas perdidas con la expropiación de YPF, para lo que lanzó un plan estratégico que ha supuesto como hitos la venta de su autocartera y de la división de GNL.

El acuerdo con YPF permitirá, en palabras de su presidente, mejorar el rating y financiar compras de activos o empresas en países de la OCDE, con especial interés en Norteamérica, para que su filial de upstream, que ya se autofinanciará en 2015, gane tamaño.

Una fuente indicó que Repsol ha dado mandato a JP Morgan para buscar compras de activos. Apenas 24 horas después de asestar un golpe a su accionista más rebelde, la petrolera Pemex, el presidente de Repsol escenificó en la conferencia con analistas un gesto de paz frente a las duras críticas vertidas por la mexicana.

La gestión de Brufau al frente del grupo ha sido atacada desde los gestores de Pemex, y el martes el consejo de la compañía aprobó un cambio en el reglamento que impide a los consejeros hacer públicas discrepancias o puntos de vista críticos sin haberlos expresado antes en el consejo.

Ayer intentamos mejorar nuestra relación con Pemex en el consejo, tenemos un acuerdo industrial con Pemex que no ha sido desarrollado hasta ahora, y he ofrecido al representante de Pemex que se siente con la compañía para comenzar a analizar todas las oportunidades para cooperar, aseguró Brufau ante los analistas.

En otro gesto para contentar a sus accionistas, Repsol aprobó un programa de recompra de acciones para su amortización por 500 millones de euros, compensando en parte la dilución que producen las ampliaciones de capital para el pago del dividendo en acciones fijado en los últimos ejercicios.

Las recompras de acciones para su amortización, que continuarán más allá de 2014, retribuye a los accionistas pero con un mejor tratamiento fiscal y los principales beneficiarios de la medida serán la propia Pemex, que posee 9.5 por ciento de Repsol, La Caixa, que tiene 12 por ciento del capital, y Sacyr, que posee otro 9.5 por ciento.