Convierte el material en pequeñas esferas reutilizables en la fabricación de otros productos
Jueves 27 de febrero de 2014, p. a11
Si bien tiene algunas ventajas, el unicel es uno de los materiales plásticos más contaminantes del mundo. Su uso se ha generalizado sobre todo para fabricar enseres desechables, lo que genera grandes cantidades de basura, cuyo porcentaje de reuso es muy bajo.
Ante ello, dos estudiantes de la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron un prototipo para reciclar el poliestireno expandido (EPS, por sus siglas en inglés), que es el nombre químico de ese material. Se trata de la primera máquina desarrollada en el país para este fin.
El unicel tiene importantes ventajas: es un aislante térmico, ligero, resiste la humedad y no se pudre ni sirve de sustrato a microorganismos. Gracias a la facilidad para moldearlo se producen empaques, vasos, platos desechables y empaques. En la industria de la construcción se utiliza de aislante térmico y acústico. Sin embargo, como otros derivados del petróleo, es altamente contaminante, de difícil degradación, inflamable y de compleja transportación debido a su volumen.
Se calcula que la producción anual en México de EPS es de 350 mil toneladas. Sin embargo, sólo se recicla poco más de 10 por ciento y el resto se desecha y llega a los rellenos sanitarios, donde ocupa alrededor de 15 por ciento del volumen de la basura ahí acumulada. Este material tarda más de 500 años en degradarse y en su fabricación se usan sustancias cancerígenas, como el benceno.
Aventura de ser emprendedores
La innovación desarrollada por Héctor Ortiz Chávez y Jorge Luis Hinojosa Magaña, estudiantes de la licenciatura en Ingeniería Mecánica de la FI, lleva el nombre REPS-01 (Reciclaje de EPS prototipo 01). Se trata de una tecnología nacional que convierte de manera eficiente cualquier presentación del material, previamente usado, en pequeñas esferas reutilizables en la fabricación de reglas, plumas o marcos.
El diseño de esta máquina fue un reto para sus creadores, pues no había antecedentes de una herramienta para reciclar unicel, e incluso el diseño de una de las piezas, llamada husillo, requirió más de seis meses de trabajo, señalaron los jóvenes al presentar el desarrollo en conferencia realizada en el Centro de Ingeniería Avanzada de la FI.
Consideraron que el prototipo representa un paso importante al combinar un proyecto universitario con la aventura de ser emprendedores. Descubrimos que este material tiene un potencial de reciclaje muy alto, el problema es que no existen prácticas formales para su acopio ni tecnología mexicana para este propósito. Con apoyo de la empresa Dart de México decidimos este desarrollo, que hoy se puede convertir en una herramienta útil para empresas y gobiernos que hacen uso intensivo de ese material
, informó Ortiz.
La construcción fue posible gracias al apoyo de esa compañía y de la Sociedad de Ex alumnos de la FI. Tras conseguir este avance, ambos jóvenes universitarios trabajan ahora en un plan de negocios para avanzar en su propia microempresa, Rennueva, que se especializará en tecnologías sustentables.
Detallaron que la REPS-01 utiliza un proceso a base de calor conocido como termodensificado, que extrae la materia prima de los productos desechables, los cuales están integrados en 95 por ciento de aire y 5 de poliestireno.
Tras calentar y comprimir el material, se desecha el aire y se obtiene una pasta, con la que se hacen tiras y luego perlas milimétricas (conocidas como pellets), disponibles para la creación de nuevos artículos plásticos.
En 2011, Ortiz e Hinojosa realizaron su investigación en la UNAM para ver el impacto real del material en los aspectos sociales, económicos y técnicos. Los resultados mostraron la importancia del EPS en la sociedad mexicana y el potencial para generar empleos con un programa de reciclaje. A partir de este incentivo, comenzaron el diseño del prototipo y a reintroducir el unicel a la cadena de valor; como objetivo principal contemplaron ser un producto de costo, consumo energético y mantenimiento bajos, hecho con partes 100 por ciento nacionales.