De la seguridad alimentaria dependerá en un futuro cercano la estabilidad política de los países, advirtió Ertharin Cousin, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, tras señalar que los gobiernos tienen la obligación de consensuar políticas sociales para evitar que el hambre se convierta en la única herencia que las familias menos favorecidas le pueden dejar a sus hijos.

Al participar en la inauguración del Taller sobre la perspectiva global de la inclusión social y económica en la Agenda de Desarrollo Post 15, que se realiza en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la funcionaria de la ONU ejemplificó la crisis de las más de 842 millones de personas con hambre en el mundo.

Refirió que, en promedio, en Guatemala el segundo hijo de toda familia pasa hambre, en otras naciones de América Latina es el cuarto o quinto hijo, pero es algo que se da en mayor o menor medida en todos los países, dijo Cousin, al señalar que la hambruna va acompañada de componentes como obesidad o desnutrición, por lo que debe verse también la calidad nutricional de los alimentos.

Disminuir desigualdad, reto

El subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Juan Manuel Gómez Robledo, llamó a disminuir las desigualdades y lograr un desarrollo incluyente y sostenible, la promoción de la igualdad, del empleo y trabajo digno para todos, del crecimiento económico con calidad, de la igualdad de género, así como en la provisión de servicios básicos como salud, agua y saneamiento y energía, entre otros.

Apuntó que este taller tiene el propósito de que las propuestas se conviertan en acciones tangibles en torno a estos desafíos para definir una agenda universal de desarrollo para el futuro. Destacó que México impulsa acuerdos globales sobre la perspectiva de generar la inclusión social y económica, ya que son la vía para erradicar la pobreza y la desigualdad, y sobre todo, para alcanzar un desarrollo sostenido.

La Agenda de Desarrollo Post 15 es la continuación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), adoptados por los países en 2000 con el compromiso de erradicar la pobreza. La fecha límite propuesta es 2015, lo que obliga a las naciones a elaborar una nueva serie de objetivos, así como los métodos y políticas para conseguirlos.

A menos de un año de la fecha límite para cumplir con los ODM, México ha cumplido con 75 por ciento de las metas.