La captura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera no pone fin al operativo implementado por la Secretaría de Marina, en colaboración con agentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), para ubicar y detener a Ismael El Mayo Zambada, quien aún es buscado en Sinaloa, pues las autoridades cuentan con datos de que es posible que se encuentre oculto en la zona serrana entre esa entidad y Durango.

También los operativos continúan para la ubicación y detención de Juan José Esparragoza, El Azul, otro de los capos importantes del cártel de Sinaloa, quien, de acuerdo con información gubernamental, se encontraría oculto en Guadalajara, Jalisco.

El Mayo y El Azul se disputarán ahora el liderazgo del cártel de Sinaloa, de acuerdo con reportes de inteligencia militar.

En tanto, la agencia antidrogas de Estados Unidos envió datos al gobierno mexicano para alertar sobre la posibilidad de que tras la captura de El Chapo asuma el liderazgo de ese grupo delictivo Dámaso López, El Mini Lic, hijo de Dámaso López Núñez, El Licenciado.

Según datos proporcionados por la DEA, El Mini Lic es ahijado de Guzmán Loera y encabeza una red de jóvenes pertenecientes al cártel de Sinaloa que se han exhibido en las redes sociales con el nombre de Grupo Ántrax o Los Ántrax.

Las autoridades estadunidenses consideran que el perfil sicológico de El Mini Lic, quien no supera los 28 años de edad, lo ubica como posible heredero de Guzmán Loera en el cártel de Sinaloa, una de las más poderosas organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas a escala internacional.

A Dámaso López se le considera un joven seductor –con ciertas tendencias a la sociopatía– al que le gusta viajar a lugares paradisiacos, en los que conquista mujeres y usa múltiples negocios para lavar dinero procedente de las ventas de toneladas de droga.

Dámaso López Núñez, padre de El Mini Lic, es un abogado que años atrás, durante el sexenio del panista Vicente Fox, laboró para el gobierno federal con un alto cargo en la red penitenciaria del país.

Tras la fuga de El Chapo del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en 2001, el capo convirtió a López Núñez en uno de sus principales operadores.