La agencia antidrogas estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés) participó activamente en el operativo en que fue detenido Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, con drones (aviones aéreos no tripulados) que sobrevolaron la ciudad de Culiacán y que permitieron ubicar el lugar exacto donde se encontraba el líder del cártel de Sinaloa.

Gracias a la operación de los drones (que permitieron localizar el equipo de comunicación satelital de Guzmán Loera y con ello el lugar donde se escondía), el gobierno del vecino país y el alto mando de la Armada de México recibieron en tiempo real la información del operativo de las fuerzas especiales de la Marina, revelaron fuentes navales. Además, apuntaron, la agencia estadunidense aportó información valiosa previa para ubicar a quien era considerado el capo más buscado a escala mundial.

Indicaron que la participación de drones estadunidenses en operativos en territorio nacional data del inicio de la administración de Enrique Peña Nieto y que su presencia en el país no es permanente, salvo en casos especiales, como el que permitió aprehender a quien estuvo prófugo durante más de 13 años.

Los servicios de inteligencia naval y de la DEA detectaron que el teléfono que utilizaba El Chapo se prendía únicamente para hacer llamadas y de inmediato lo apagaba, pero se logró cotejar su voz, hasta el momento en que el líder del cártel de Sinaloa lo prendió en los alrededores del condominio Miramar, en el puerto de Mazatlán, luego de haber hecho llamadas a la ciudad de Culiacán, presuntamente para solicitar auxilio y escapar del lugar en el que se encontraba.

En eso momento, los drones localizaron el lugar exacto en el que se encontraba Guzmán Loera y se puso a andar el operativo de los elementos de infantería de Marina, que culminó con su captura.

La organización e implementación del operativo fue tarea exclusiva de la Armada de México, ya que la presencia de los aviones no tripulados hizo innecesaria la presencia de agentes de la DEA en el lugar, indicaron los informantes.

Asimismo, justificaron la acción y aseguraron que fue necesario el uso de los aparatos no tripulados del vecino país porque los que posee la Armada de México no tienen la tecnología ni la capacidad para una operación de este tipo, en la que se requiere no sólo ubicar teléfonos, correos electrónicos o mensajes, sino también deben poseer cámaras de alta resolución para transmitir videos al instante.

La razón por la que se dio a conocer primero la captura en Estados Unidos, añadieron, fue porque allá tuvieron la información en tiempo real gracias a los drones, al igual que las autoridades mexicanas, pero el gobierno federal prefirió esperar hasta confirmar plenamente la identidad del detenido, para evitar lo ocurrido en junio de 2012, cuando la Secretaría de Marina, con base en información que le entregó la DEA, cometió el error de anunciar la captura de Alfredo Guzmán Salazar, El Gordo, presunto hijo de El Chapo, quien resultó ser otra persona.

Trascendió por otra parte que el operativo para detener a El Chapo Guzmán comenzó hace dos meses, y que una de las principales dificultades que tuvieron que sortear los marinos fue que el capo siempre se encontraba con su familia y con niños, y que de haberlo detenido en esas condiciones se corría el riesgo de que ocurriera una masacre.

En cambio, el pasado sábado Guzmán Loera estaba acompañado únicamente de otra persona en el condominio turístico Miramar, de Culiacán, lo que permitió la culminación del operativo que las fuerzas especiales de Marina comenzaron hace aproximadamente dos meses.

Los informantes comentaron que hace dos años la Armada de México estuvo a punto de capturar al líder del cártel de Sinaloa, pero que el hecho de que hubiera mujeres y niños en el lugar, cerca de Badiraguato, le permitió escapar.

Finalmente, las fuentes consultadas rechazaron que la captura del líder del grupo criminal más poderoso del país provoque una guerra dentro de ese cártel, y también descartaron que se presenten hechos de violencia con otros grupos por el control de mercados y rutas.