El pianista, compositor y arreglista padecía insuficiencia renal desde hace siete años
Hoy se cierra un capítulo, pero lo único que me queda claro es que la música de mi papá vivirá para siempre
, se lee en su cuenta de Facebook
Discos como Perseverancia, Contrastes y Ambiance, así como su contribución a la enseñanza de la música, parte de su legado
De una manera burda choreamos diciendo que la clásica es la música de cuello blanco y que nosotros somos los profanos, mundanos y herejes, que tocamos en cabaretes, bares y clubes de jazz, lo cual no deja de ser un cotorreo, porque nuestro pensamiento es que música es música, expresó Enrique Nery a La Jornada en 2013. La imagen, durante el velorio del artista, en el que sus hijos Lissete y Enrique encabezan una guardia de honorFoto Luis Humberto González
Lunes 24 de febrero de 2014, p. a12
¿Música de cuello blanco? De una manera burda choreamos diciendo que la clásica es la música de cuello blanco y que nosotros somos los profanos, mundanos y herejes, que tocamos en cabaretes, bares y clubes de jazz, lo cual no deja de ser un cotorreo, porque nuestro pensamiento es que música es música
, expresó a La Jornada en entrevista de 2013 Enrique Nery, músico de jazz que se ubicaba en el horizonte creativo de colegas como Mario Ruiz Armengol y que falleció ayer víctima de complicaciones renales.
Su familia dio a conocer la noticia a través del Facebook de Nery, quien había dicho a algunos amigos que estaba cansado de las sesiones de hemodiálisis, que ya quería estar en paz y no ir a las sesiones médicas. Así lo dijo a José Luis Domínguez, director de la escuela de música DIM, en la que Nery hizo una labor que trascenderá.
“Hace unos días se despidió de mí. Me dijo ‘al rato nos venos’, refiriéndose a que nos volveremos a saludar en el cielo. Ya estaba cansado y se la pasaba durmiendo por el agotamiento”, recordó.
El adiós de sus colegas
Ayer Nery recibió, de cinco de la tarde a 10 de la noche, un homenaje de cuerpo presente en el Salón Zaphiro del Sindicato Unico de Trabajadores de la Música (SUTM), ubicado en Taxqueña, al que su amiga y jazzista Iraida Noriega instó a asistir a sus colegas con sus instrumentos para que el adiós sea con jazz, o con piezas compuestas por Nery, como Xochimilco y Tucán.
En el curso de la tarde de ayer, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) difundió un comunicado en el que lamentó el fallecimiento del músico mexicano. Se lee: “Enrique Nery, uno de los jazzistas más importantes de nuestro país, nació en la ciudad de México en 1945. El pianista y compositor estudió en el Conservatorio Nacional de Música a fines de la década de los 50, y desde muy joven perteneció a las reconocidas orquestas de Dámaso Pérez Prado y Pablo Beltrán Ruiz, a la que se integró en 1963.
“Fue miembro de las agrupaciones Lucifer, la Sociedad Organizada del Sonido y BOS. También tocó en los grupos SuperCarlos, de Carlos García, y Coloso, de Rodolfo Popo Sánchez. Formó duetos con el bajista Guillermo Benavides, en la década de los años 60, y con el guitarrista Cristóbal López, a finales de los 80.
En los años 90, coordinó talleres de jazz con jóvenes músicos. A inicios de la década pasada, fue parte de uno de los tríos más relevantes del jazz mexicano, con el contrabajista Agustín Bernal y el baterista Tony Cárdenas. Durante décadas fue arreglista tanto para jazzistas como para intérpretes de diferentes géneros, como Armando Manzanero, Betsy Pecanins, Eugenia León, Óscar Chávez y José José
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Entre sus discos se pueden citar: Perseverancia, Contrastes y Ambiance. En Internet se informa que en 2011 recibió un reconocimiento del INBA por su importante trayectoria artística y por ser uno de los pioneros del jazz en México.
Su carácter serio no es óbice para que se le recuerde con cariño y por sus bromas, que reforzaron amistades. Pianista, compositor y arreglista, invitaba a comer con una frase: Pide lo que quieras... siempre y cuando no pase de 30 pesos
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La insuficiencia renal lo aquejaba desde hace siete años. Hoy se cierra un capítulo, pero lo único que me queda claro es que la música de mi papá vivirá para siempre
, se lee en su cuenta de Facebook. Su biografía profesional abarca más de 50 años. La familia comunicó que luego del homenaje en el SUTM, su cuerpo será trasladado a la sala nueve de una funeraria de la calle General Prim, colonia Juárez, donde será velado para, finalmente, ser cremado.
En la entrevista de 2013 con este medio manifestó con sesgo crítico que en el Distrito Federal existen escuelas donde se estudia música popular, si se entiende por esto el rock, el jazz, la salsa o el mariachi (a nivel diplomado), con carreras de cuatro años, que incluyen solfeo y entrenamiento auditivo, por lo que puede decirse que hay una evolución y el proceso va bien con seis o siete planteles para atender las necesidades de una ciudad que creció mucho
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De Nery destacan sus contribuciones con orquestas como la The Chuck Anderson’s Orchestra. Su quehacer se siente en la creatividad de muchos de sus colegas, que ven en él a un maestro. Músico de tiempo completo, ejercía la docencia en el Instituto de Capacitación Musical (ICM) del SUTM, donde tenía una antigüedad de seis años.
“Las instituciones, como la Escuela Nacional de Música y el Conservatorio, que son serias, entre comillas, siguen funcionando con el mismo molde; o sea, si alguien quiere tener un hijo concertista en la Sinfónica Nacional tiene que pasar desde chamaco ocho años, mínimo, para tener la distinción de atrilista.
Si se le quiere concertista a lo mejor van a pasar dos o tres años más, para que sea un solista enfrente de la orquesta. Se quedó atrás eso de que los de cuello blanco tocamos en las salas de concierto y veo a los demás por encima del hombro. Eso predominó en los años 40 y en los 50, y quedan resabios. Siento que en los tiempos recientes hay apertura, porque hay conciertos en los que interactuamos ambos. La banda de metales es una orquesta de estudio y la de cuerdas viene de la sinfónica, por lo que esta mezcla de músicos es muy afortunada
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