El obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, denunció que entre 2009 y 2013 se presentaron ante la procuraduría de Justicia de esa entidad más de 170 denuncias por trata de personas, y advirtió que las redes tlaxcaltecas operan en más de la mitad de los estados de la República y más allá de nuestras fronteras. ´

En un mensaje escrito, el prelado planteó que es imprescindible la acción efectiva de las autoridades en distintos niveles para fortalecer las acciones programadas en la prevención, rescate de víctimas, protección a las mujeres y sus familias y sancionar a quienes les han generado sufrimiento.

La trata de personas constituye una grave violación a los derechos humanos de las víctimas y una ofensa a su dignidad, expresó. Nuestra diócesis no escapa de esa realidad lacerante y aunque se señala a una sola comunidad –sin citar cual–“todos sabemos que la trata de personas está presente en varios de nuestros pueblos.

“Según algunos estudiosos del tema, esta dolorosa situación se generó hace 50 años (Óscar Montiel Torres, El lado oscuro del México profundo, 2013, Ciesas). Todo este tiempo las redes de trata han pervertido el sentido del verdadero amor, engañando y manipulando a cientos de mujeres y niñas para explotarlas”.

Algunas mujeres, sostuvo el obispo Moreno Barrón, han dado testimonio de que las obligan a soportar más de 20 relaciones sexuales por día. No las tratan como personas, sino como objeto sexual y mercancía, hasta destruirles la vida.

Señaló que la trata es un estigma que debemos erradicar con la colaboración de todos. La diócesis de Tlaxcala, a través de la pastoral social, ha promovido la sensibilización, toma de conciencia y prevención de esta forma contemporánea de esclavitud por medio de talleres, foros y campañas en Internet.