Luego de ocho años de la tragedia, persiste el reclamo de justicia
El rescate siempre fue posible, dicen frente a instalaciones de Grupo México en San Juan de Sabinas
Jueves 20 de febrero de 2014, p. 19
Sabinas, Coah., 19 de febrero.
Ocho años después de una de las peores tragedias obreras en México, el dolor no desaparece.
En la zona carbonífera de Coahuila persiste el reclamo de familiares y amigos de los 65 mineros fallecidos en la mina Pasta de Conchos para que se haga justicia y se recuperen los 63 cuerpos que siguen atrapados a 700 metros de profundiad, dentro del socavón concesionado a Grupo México y a Industrial Minera México.
Este miércoles, como cada 19 de febrero, los deudos se concentraron en las instalaciones de la mina para manifestar sus reclamos. Frente al acceso principal de la planta, ubicada en el ejido Santa María, de San Juan de Sabinas, viudas, huérfanos, padres y hermanos de las víctimas participaron en una misa en memoria de los trabajadores caídos.
Coincidieron en que en Pasta de Conchos nada cambiará si no se recuperan los 63 cadáveres que permanecen atrapados en medio del filón. Es una voz profética que debe ser escuchada; ellos siguen gritando. Se debe ayudar a la gente a tomar conciencia, y ahora las familias deben tocar los ojos de la empresa para que vea con claridad. Si es la voluntad de Dios, el rescate se debe dar
, señaló el sacerdote Juan Andrés Dávila.
Afuera de la mina, otro grupo de deudos se manifestó junto a representantes del Partido de los Comunistas y del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros. Caminaron por las calles de San Juan de Sabinas y se manifestaron frente a una de las plantas que Grupo México tiene en la zona urbana.
El rescate siempre fue posible, pero hubo contubernio con la Federación, ya que de haberse comprobado el señalado homicidio industrial, la empresa hubiera tenido que responsabilizarse de indemnizaciones, que además no serían suficientes, pues no devuelven al ser querido. Es un consorcio muy poderoso, que con sobornos pretende que los resultados no se den a la luz pública
, acusó Javier Martínez Valadez, delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional del gremio minero en la región carbonífera de Coahuila.
Para las viudas han sido ocho años de impotencia y de lucha continua contra un monstruo de mil cabezas, como es la empresa Grupo México
, aseguró Tomasita Martínez Almaguer, esposa de Reyes Cuevas Silva. Ojalá que se dé la recuperación, porque después de ocho años de la explosión hay tristeza en las familias; mis hijos eran adolescentes en ese entonces, y aunque ahora son más grandes y han entendido lo que pasó, necesitan a su papá
, expuso.
Viudas, amigos y otros familiares de los mineros fallecidos soltaron 65 globos de color rojo frente a las instalaciones de Grupo México, en señal del número de trabajadores muertos y de la sangre que se derramó en la carbonera el 19 de febrero de 2006.