El debate sobre la regulación del uso de la mariguana no debe ser de confrontación ni puede permitirse que permeen visiones preconcebidas, sino aquellas que tengan el propósito de encontrar una solución al tema del narcotráfico y la violencia, de los cuales México es una víctima, advirtió el ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, tras advertir que para enfrentar el dilema del crimen organizado en México y otros países de América Latina deben recibir apoyo de los países desarrollados y de organismos internacionales.

Es un debate que está ahí, que creo será intenso en Latinoamérica y sobre el que México tendrá un importante liderazgo; hay que hacer un proceso de deliberación pública; quiero saber cómo se está llegando al convencimiento de que esto puede ser la vía más eficaz para la lucha contra el narcotráfico, dijo en entrevista.

Poco antes, al ofrecer a alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la conferencia Globalización y nuevos derechos, en la antigua Escuela de Medicina, Rodríguez Zapatero llamó la atención sobre el hecho de que los grandes capitales –entre ellos los fondos de inversión– tienen hoy más peso político que los propios estados-nación, lo que obliga a la construcción de un organismo que regule a estas sociedades. A manera de ejemplo dijo que sólo una de ellas radicada en Estados Unidos tiene a su cargo recursos que duplican el producto interno bruto de México.

Acompañado del rector José Narro Robles, convino en que si se han globalizado las finanzas, el comercio, el conocimiento o las comunicaciones, deben globalizarse también los derechos. Mencionó en primer lugar la efectiva equidad de género, el derecho a la privacidad, el acceso universal a la justicia y la educación, y particularmente la distribución de la riqueza, ya que la globalización ha abierto una gran brecha entre aquellos que tienen mucho y otros que tienen muy poco.

Aludió a las reformas aprobadas en México y dijo que éstas tienen que ir acompañadas de cosas fundamentales, porque si no corremos el riesgo de que el país sea más rico y las desigualdades sigan profundizándose.