Toluca, Méx., 19 de febrero.

Unos 3 mil perredistas realizaron un mitin en esta ciudad –sede de la Cumbre de Líderes de América del Norte– para advertir al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y al primer ministro de Canadá, Stephen Harper, que no consideren que es un hecho la apertura del sector energético al capital extranjero.

La última palabra sobre este tema la tiene el pueblo de México, que decidirá en consulta pública si avala los cambios constitucionales que permiten la participación de la iniciativa privada en ese ramo, recalcaron.

Pese a lo complicado que fue movilizarse a la capital mexiquense, a causa del fuerte dispostivo de seguridad implementado por las autoridades con motivo de la cumbre, el sol azteca congregó a cientos de militantes.

Los perredistas lanzaron consignas para advertir que no permitirán la entrega de bienes de la nación a los extranjeros. Anunciaron que harán todo lo posible por echar abajo las reformas que impuso el presidente Enrique Peña Nieto, con el apoyo del PRI y sus aliados del PAN y el Verde.

La manifestación se efectuó en la explanada del mercado Juárez, a unos tres kilómetros del primer cuadro, donde se realizó la cumbre. El Estado Mayor Presidencial no les permitió realizar el mitin en las Torres del Bicentenario, como tenían programado, ya que por ahí pasaría la comitiva de Obama.

El secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, afirmó que el verdadero objetivo de la cumbre era que Obama y Harper colocaran una estrellita en la frente a Enrique Peña por haber impulsado la reforma energética que abre la puerta a la inversión privada.

Protestan ex braceros

Por la tarde, un grupo de ex braceros protestó a unos 800 metros de palacio de gobierno mexiquense para exigir el pago del fondo de ahorro producto de su trabajo en campos de Estados Unidos en la década de los 60, el cual, aseguraron, les fue arrebatado por el gobierno federal.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, esposas y familiares de ex braceros protestaron en el puente internacional Córdoba o Libre para exigir que les devuelvan el dinero que ahorraron sus parientes durante el tiempo que laboraron en el vecino país.

Con la misma demanda y en el contexto de la visita de Obama, decenas de ex braceros y activistas se apostaron frente al consulado de Estados Unidos en esa localidad fronteriza.

(Con información de Rubén Villalpando)