Martes 18 de febrero de 2014, p. 2
Joaquín El Chapo Guzmán Loera encabeza el cártel de Sinaloa, una de las más grandes y poderosas organizaciones del crimen trasnacional. El más reciente ejemplar de la revista Forbes lo ubica entre los 10 hombres más ricos de México, junto a otros empresarios multimillonarios.
Autoridades militares han detectado que cuenta con un ejército de al menos 50 guardaespaldas, que lo escoltan cada día.
A Ismael El Mayo Zambada García se le ubica dentro del cártel de Sinaloa como sucesor de El Chapo, en caso de que éste muera o sea detenido.
Sobre el perfil sicológico de Guzmán Loera, fuentes militares aseguraron que el narcotraficante mexicano tiene gran capacidad para hacer negocios y tejer alianzas, al grado de que podría ser el director general de una empresa multinacional que manejara abogados en vez de sicarios, como lo hace su organización criminal.
El Chapo Guzmán, de 53 años, se fugó del penal de Puente Grande, Jalisco, en enero de 2001. Sobre El Mayo Zambada, la historia se remonta al inicio de los años 80 del siglo pasado, cuando empezó su trayectoria en el narcotráfico. Se unió a las organizaciones de Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo.
Luego trabajó en la organización criminal de Amado Carrillo, El señor de los cielos, en la cual ascendió hasta asumir su liderazgo tras la muerte de Carrillo. En contraste con otros narcotraficantes, Zambada siempre ha procurado mantener un perfil bajo, lo cual le ha permitido permanecer prácticamente intocable frente a las autoridades mexicanas y estadunidenses durante más de tres décadas.
Su mayor actividad criminal se dio a finales de los ochenta, cuando el gobierno federal aprehendió a los entonces máximos capos de la droga en México, todos sinaloenses: Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo, tío de los hermanos Arellano Félix.
En 2001 El Mayo Zambada empezó a colaborar con El Chapo Guzmán, reforzando al cártel de Sinaloa, especialmente a través de su hijo, Vicente Zambada Niebla, quien jugó un papel clave en el grupo criminal al coordinar el envío de varias toneladas de cocaína desde distintos países de Centro y Sudamérica, vía México, con destino a Estados Unidos.
El cártel de Sinaloa es responsable de al menos 25 por ciento del tráfico de drogas de México, y cuenta con decenas de miles de operadores, entre ellos miembros de grupos aliados del crimen organizado.