Todo sea por las visitas
Búsqueda de capos
Pactismo subsistente
INE, pastel a repartir
e pronto, ya con la visita imperial encima, al gobierno mexicano le han entrado las urgencias de tener en la cárcel a algunos personajes simbólicos. El comisionado Alfredo Castillo, internacionalmente famoso por haber sido parte del equipo de sabuesos que durante largos días no encontraban a la niña Paulette en su colchón, ahora habla con desenfado de la inevitable detención del jefe templario apodado La Tuta.
Se va a dar
esa aprehensión cumbre, dijo ayer el CC (Comisionado Castillo) en un noticiario radiofónico e incluso, con autocomplaciente sentido de la repostería política, consideró que será la cereza
del buen pastel que supone que ha elaborado. Consiga o no al prófugo Servando Gómez como decorado final de su tarasca plasta, el comisionado Castillo fue notificado la semana pasada de que seguirá contando en su equipo con la omisión de un pinche de lujo, de un practicante convencido de la máxima de que mucho ayuda el que no estorba, como es Fausto Vallejo, el auxiliar de cocina que en su segundo informe médico, perdón, de labores, y teniendo ya la posibilidad de retirarse confesamente de los hornos michoacanos sin necesidad de que se elija a un interino de corta duración, anunció con teatralidad mal lograda que se queda
en el cargo de gobernador en el que ya no está.
En Culiacán, mientras tanto, se desarrollaba ayer una extraña operación en busca de uno de los principales miembros del consejo directivo de la principal firma mexicana de productos ilegales de exportación (pero también de amplio consumo interno), el cártel de Sinaloa, empresa dominante del mercado a la que sus competidores acusan de contar con una prolongada y profesional protección de poderes múltiples, no sólo de los correspondientes al estado sede y sus vecinos sino también de la gerencia central del país, sea ésta ocupada por personajes de tres colores o de blanco y azul (hasta ahora, por ejemplo, toda la fuerza del gobierno federal parecía concentrada solamente en el combate a los templarios, como si fueran el único cártel malo
).
He ahí, pues, que el famoso Mayo Zambada (Ismael, de nombre) comenzó a ser buscado afanosamente (casa por casa
, decían algunas noticias del día, y hasta en las alcantarillas, según fotografías que demostraban por encima la intencionalidad profunda de las maniobras), con una tozudez escenográfica que impidió a muchos culichis contar con el cotidiano paso de ese y otros altos ejecutivos del narcotráfico que suelen pasearse como El Chapo por su casa en esos intocables caminos sinaloenses, y conexos, siempre y cuando no haya visita de presidente estadunidense en puerta. La cacería fue enderezada inexplicadamente sólo contra el mencionado Mayo, sin mencionar a su socio del mismo nivel, aunque más famoso mediáticamente, Joaquín Guzmán Loera, conocido por otros capitanes de empresa como El Chapo, ni a otros altísimos jefes del mismo negocio. Eso sí, cayeron en prisión algunos peces menores, entre ellos un presunto jefe de sicarios de Zambada, apodado el Diecinueve. Para quienes supongan que el armado de este movimiento persecutorio fue de última hora, se hizo saber oficialmente que desde el pasado 13 se está buscando al Mayo en Tijuana, Culiacán y todo lugar.
A propósito de Obama, en Toluca estudiaban ayer las posibilidades de postular al estadunidense como candidato a presidente municipal, pues en unos cuantos días ha logrado una impresionante transformación positiva de la capital del estado de México. El remozamiento circunstancial ha tenido como contraprestación negativa la aparatosa ocupación militar y policiaca para dar protección tanto al mandatario estadunidense como al primer ministro canadiense. También se han producido marchas de protesta como la de profesores que ayer se encaminó por carretera rumbo a la blindada Toluca, con el previsible bloqueo de las fuerzas armadas conjuntas.
Otro detalle doméstico para presumir a los visitantes lo han aportado solidariamente los coordinadores de las principales bancadas del senado mexicano, quienes ayer decidieron dar a conocer una versión adaptada del Pacto por México que como marca comercial fue descontinuada por así convenir a los intereses de uno de sus principales accionistas, el PRD-Chucho. Aun cuando se habían cancelado las presentaciones públicas de tan redituable producto, los inversionistas han seguido reuniéndose hasta la fecha, bajo la argumentación flexible por los representantes del sol azteca de que no pueden dejar abandona- dos este año en el tramo de las leyes secundarias a los abnegados procesos reformistas que impulsaron en los arreglos constitucionales de 2013.
Por lo pronto, ayer se anunció el Pacto en el Senado, que es una reivindicación operativa del mismo espíritu de entendimientos sostenido este año por el sol azteca de manera discreta. La nueva/vieja criatura cuenta también con la paternidad putativa del panista Jorge Luis Preciado, el de las escandalosas fiestas particulares en instalaciones legislativas, debilitada pieza impuesta por el maderismo tan patrimonialista, y por el priísta Emilio Gamboa, de quien poco se puede decir aquí que no sea del amplio conocimiento público.
En el ámbito de la vida venturosamente bien pagada merced a servicios electorales institucionales también había revuelo ayer. La Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados aprobó la convocatoria y otros pasos procesales (que serán puestos a votación plenaria hoy) para que sea repartido el pastel de las 11 consejerías del recién creado Instituto Nacional de Elecciones, que a las taras en lo federal de su desprestigiado antecesor, el IFE, sumará ahora la conducción de los comicios estatales. Como sucedió con el antes mencionado IFE, ahora el INE será predestinado a quedar al servicio de las camarillas rectoras de los principales partidos políticos. Más de lo mismo (o peor), pues incluso los pocos consejeros del IFE que se encargan de la liquidación del fracaso están en la búsqueda de seguir sirviendo a los mismos propósitos en la nueva fachada electoral. ¡Hasta mañana!
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