En forma crónica está ligada a mayores niveles de hormona que eleva el riesgo de infartos
También se vincula con la hipertensión sanguínea y un debilitamiento del sistema inmune, explica John Cacioppo, de la Universidad de Chicago
Los que la padecen tienen un sueño menos profundo
Martes 18 de febrero de 2014, p. 2
Sentir soledad extrema durante largo tiempo puede ser peor que la obesidad en términos de incrementar los riesgos a la salud potencialmente letales que conducen a la muerte prematura, señalan científicos.
La soledad crónica eleva 14 por ciento la probabilidad de ir a la tumba antes de tiempo, cifra tan negativa como la del sobrepeso y casi tan mala como la pobreza para minar el bienestar a largo plazo de una persona, revela un estudio.
A medida que las personas viven más tiempo, pasan una mayor parte de su vida sintiéndose solas. Esto tiene un impacto significativo en su salud tanto física como mental, indican investigadores.
La soledad se vuelve también más común cuando las personas viven sin compañía o se aíslan de parientes o amigos, en especial después de la jubilación.
La investigación ha mostrado que en cualquier momento entre 20 y 40 por ciento de los adultos mayores se sienten solos.
Una encuesta reciente de la Fundación de Salud Mental de Gran Bretaña descubrió que 10 por ciento de los británicos se sienten solos a menudo; dos de cada tres tienen un amigo o pariente cercano al que consideran solitario, y la mitad piensan que la gente en general se vuelve más solitaria.
Diferencias dramáticas
Un estudio de más de 2 mil estadunidenses de 50 años o más a quienes se dio seguimiento durante más de seis años descubrió que el grado en que se sienten solos puede vincularse al riesgo general de muerte al que están expuestos, debido a su mal estado de salud al final de ese periodo.
El profesor John Cacioppo, sicólogo de la Universidad de Chicago, señaló que existen diferencias dramáticas en la tasa de declinación de la salud física y mental a causa de la edad, de acuerdo con el número de relaciones satisfactorias que pueden continuar con amigos y parientes.
Las personas que continúan interactuando con ex compañeros de trabajo después de la jubilación y tienen amigos son menos solitarias, comentó Cacioppo. Ocurre en todas partes del mundo. He hecho estudios en Europa y China y no vemos diferencias
, aseguró.
Los resultados no varían cuando se consideran las circunstancias sociales objetivas, por ejemplo cuando eran casados o vivían cerca de familiares y amigos. Eso no cambiaba la asociación entre soledad y mortalidad
, precisó.
Si bien estar con uno mismo puede ser una experiencia placentera, no es igual que el aislamiento forzado, que puede conducir a la depresión y a la baja autoestima, advirtió.
La soledad crónica está ligada a mayores niveles de la hormona cortisol por las mañanas, la cual eleva el riesgo de ataques cardiacos. También se vincula con la hipertensión sanguínea y un debilitamiento del sistema inmune, añadió.
Una posible explicación de este vínculo con la mala salud es que la soledad parece hacer que las personas tengan un sueño menos profundo. Las personas solitarias tienden a sufrir de pequeños microdespertares
por la noche, los cuales quizá reflejen nerviosismo por estar solas de noche, explicó.
Con la edad, las personas pierden movilidad y se encuentran en mayor riesgo de soledad crónica, lo cual amenaza el bienestar casi de inmediato y probablemente aumenta el riesgo de depresión, inmunidad comprometida y fatiga debido a una menor calidad de sueño, todo lo cual puede acelerar el envejecimiento, añadió.
El consejo del profesor Cacioppo a las personas es: Dense tiempo para disfrutar y compartir buenos momentos con la familia y los amigos. Las personas no solitarias se sienten a gusto en la compañía de otros
.
Caroline Abrahams, director de la institución filantrópica Age UK, expresó: “Este estudio estadunidense se agrega a un número cada vez mayor de investigaciones que muestran que la soledad no sólo entristece la vida de las personas mayores, sino también perjudica de veras su salud, al hacerlas más vulnerables a las enfermedades.
Es tiempo de que tomemos en serio este problema, como amenaza a una vida feliz y saludable en la tercera edad
, comentó. Necesitamos hacer más por apoyar a las personas mayores, para que permanezcan conectadas con la sociedad. Todos podemos ayudar si somos buenos amigos o vecinos con los ancianos que conocemos
.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya