Las dos empresas que tienen el monopolio del ferrocarril en México, Kansas City Southern y Ferromex, son las únicas concesionarias que fijan sus tarifas sin regulación gubernamental, como resultado de los beneficios concedidos en la expropiación del ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, y los usuarios, incluida Petróleos Mexicanos, pagan hasta 47 por ciento más por tonelada.

De esta manera, las ganancias que obtienen por el transporte de carga en las regiones en que la reforma de Zedillo dividió el país para entregarlas a las ferroviarias son considerables, aun cuando su participación en el mercado es de 15 por ciento, señala un análisis del PRI en la Cámara de Diputados.

El reporte, que sirvió de base para la reforma a la Ley del Servicio Ferroviario –la minuta está a revisión en el Senado–, señala que el costo promedio de tonelada transportada por ferrocarril es de 742.09 pesos, mientras por tráiler o camión es de 391.91 pesos.

La diferencia es de 350.18 pesos, es decir, las empresas que se ven obligadas a contratar los servicios de la Kansas City Southern o Ferromex pagan un sobreprecio de 47 por ciento, debido al control que ambas ejercen en los precios, afirma.

El documento incluye un apartado específico sobre lo que ambos concesionarios cobran de más a Petróleos Mexicanos. Ni Pemex se salva de las altas tarifas, señala.

En el desglose de la tabla de rutas para Pemex, explica que Kansas City cobra 79.96 pesos por barril transportado en la ruta Tula-Lázaro Cárdenas, un tramo de 814 kilómetros. En tanto, el costo de barril trasladado en autotanques es de 75.50 pesos, aunque recorren sólo 683 kilómetros.

En la ruta Salamanca-Manzanillo, que es de 619 kilómetros, Ferromex le cobra a Pemex 67.41 pesos por barril, mientras en autotanques el costo es de 54.16 pesos, si bien el recorrido es mayor, de 655 kilómetros.

Y en la ruta Salamanca-Pajaritos, de 930 kilómetros, Ferromex cobra 118.62 pesos por barril, y en autotanque –que recorre 906 kilómetros– el costo es de 114.76.

“Ambas empresas fijan sus tarifas unilateralmente, situación que no ocurre con ninguna área del sector gubernamental o empresas que den este servicio.

Ni siquiera las propias empresas del gobierno, como Pemex y Comisión Federal de Electricidad (CFE), tienen esa facultad, indica.

El decreto de concesión les permite también determinar rutas, anularlas o cambiarlas; no hay ningún órgano de vigilancia en la calidad del servicio y de la infraestructura, afirma.

De esta manera, agrega, la reforma busca devolver el control al gobierno en cuanto a establecer tarifas y publicarlas, para que el usuario las conozca antes de contratar el servicio.

En el caso del traslado de mercancías de empresas privadas, la tarifa más alta es en la ruta Piedras Negras-México, que es de mil 794 kilómetros: transportar una tonelada en ferrocarril cuesta mil 700 pesos, y en tráiler 567, una diferencia de mil 133 pesos, 67 por ciento más.

Otra tarifa contrastante es la de la ruta Guadalajara-Mazatlán: por tren, mover una tonelada de mercancías cuesta 719 pesos, a lo largo de 594 kilómetros, y por tráiler 260: 459 pesos más, o un costo extra de 64 por ciento.