“Siempre me ha interesado el trabajo del cuerpo como encarnación de la persona, y Orfeo y Eurídice, cuatro variaciones para tres bailarinas y un adolescente es un ejercicio de la memoria donde trabajamos a partir de la ausencia, con evocaciones y las sensaciones”, explica la creadora escénica Juliana Faesler.

El mito helénico y la figura de Orfeo son el punto de partida de la obra sobre la ópera de Christoph W. Gluck, que se presentará desde el 27 de febrero en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque.

Faesler, fundadora de la compañía La Máquina de Teatro, asegura que Gluck, autor de Orfeo y Eurídice, es de los primeros que relatan la vida a partir de la metáfora y de la poesía, y que cambia la tragedia terrenal.

Orfeo al inventar la música como medio de expresión nos enseña en la historia de la humanidad otra manera de percibir la realidad, que es ese paradigma que tenemos los seres humanos en cuanto nos aproximamos a la realidad desde la ficción, aunque en realidad la ficción nos acerca a la experiencia verdadera, porque la ficción es sólo algo recobrado.

En Orfeo y Eurídice, cuatro variaciones para tres bailarines y un adolescente confluyen danza, teatro y música. La ausencia y las huellas que ésta deja en los que se quedan es el tema central de la propuesta de Faesler, tópico que cobra vigencia y relevancia ante el contexto actual del país.

El trabajo que ha realizado en los años recientes la también escenógrafa e iluminadora es muy corporal y unido a la palabra. Ha trabajado en espectáculos con coreógrafos y bailarines como Alicia Sánchez y Jessica Sandoval.

En palabras de su creadora, Orfeo y Eurídice... es un espectáculo de danza y teatro o un simple ejercicio de investigación escénica que involucra a varias artes, en la que participan Isabel Beteta, Arely Delgado, Víctor Villasana y Aureliano Alvarado.

Debido a que Faesler no logró llevar a escena la ópera de Orfeo y Eurídice, empezó a trabajar en el espectáculo de teatro y danza sobre el momento político actual, ya que todo el tiempo procesamos la pérdida y la ausencia en México.

El espectáculo tiene como antecedente la pieza Fuenteovejuna, acción colectiva donde Faesler unió el trabajo de 270 voluntarios, tres actores y dos bailarines de folclor, quienes fueron el corazón y el pulso de toda la puesta en escena.

“A partir de Fuenteovejuna surgió mi inquietud de investigar el tema de la ausencia y la pérdida. El momento de Orfeo y el proyecto mismo son cosas diferentes: por una parte se trabaja desde el aspecto teatral para contar algo, pero también se realiza una especie de relato con imágenes”.

Orfeo y Eurídice... es contemporánea. Refleja cómo un adolescente se vuelve suicida y rechaza la vida sin amor, pero aborda diversas situaciones familiares y se pregunta qué sucede con los integrantes cuando existe la desaparición forzada de una hija.

La experiencia de vida en la obra genera una serie de lecturas interesantes respecto del tema del pasado y el presente, algo que la fundadora de La Máquina de Teatro ha planteado en otros montajes.

Orfeo y Eurídice, cuatro variaciones para tres bailarinas y un adolescente se presentará 27 y 28 de febrero, primero y 2 de marzo, los jueves y viernes a las 20 horas, sábado a las 19 horas y domingo a las 18 horas, en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional).