El sentimiento actual es de precaución
, dice directivo del grupo financiero Ve por más
Considera natural
que haya controversias en torno a la aplicación de la reforma en el rubro
Sábado 15 de febrero de 2014, p. 23
La mayor inversión y competencia entre empresas en el sector de telecomunicaciones, dos de los efectos esperados con la reforma legal del año pasado, se ha contenido por el retraso en el diseño de la legislación secundaria y un entorno de marcadas diferencias legales entre las empresas de un sector que cuenta con algunas de las firmas con mayor poder empresarial en el país.
El sentimiento actual es de precaución, los inversionistas están a la espera de una regulación definitiva
antes de dar pasos hacia adelante en el mercado mexicano de las telecomunicaciones, dijo a La Jornada Carlos Ponce, director de estrategia del grupo financiero Ve por más.
La existencia de controversias en torno a la instrumentación de la reforma legal en el sector de las telecomunicaciones y sobre la regulación a los participantes en este mercado –si son dominantes o no; si deben ceder o no su señal a competidores– es natural, no es un tema nuevo; las situaciones en donde pareciera que hay participantes que tienen prácticas que generan dudas es un tema de siempre
, dijo.
Aun cuando no han sido anunciadas inversiones de nuevos participantes en el sector, ante el hecho de que la reforma en telecomunicaciones busca aumentar la competencia y abre la posibilidad de nuevas cadenas de televisión abierta, el especialista de Ve por más consideró que no se espera que la entrada de otros participantes al sector se retrase. De entrada, añadió, se sabía que era difícil que saliera rápido.
En pláticas que he tenido con inversionistas de otras partes del mundo sobre este tema, lo que me dicen es que las controversias y dificultades regulatorias como las que estamos viendo pasan en todo el mundo; hay intereses creados. Lo extraño sería que no hubiera resistencia
, añadió.
Previó que la resolución final de la controversia que hoy tiene enfrentados a Televisa y a Dish, una empresa participada por MVS por la utilización de la señal de televisión abierta, será en torno a una regulación que permita el acceso a las señales abiertas a las a las empresas de cable a cambio de pagos diferenciados en función del área de cobertura; o, también, una regulación que invite
a las empresas de mayor tamaño, tanto de televisión como de telefonía, de desprenderse de alguna parte de su cuota de mercado.