Responsable operativo del Instituto Federal Electoral (IFE), Edmundo Jacobo Molina, secretario ejecutivo del organismo, consideró que uno de los mayores desafíos para implementar la reforma en la materia es la construcción del servicio profesional electoral (SPE) nacional.

En el IFE este cuerpo de 2 mil 200 funcionarios es la élite, la piedra de toque en la organización de los comicios, expresó.

Sin embargo, en la actualidad, en los organismos electorales estatales es prácticamente inexistente, agregó.

En entrevista, Jacobo Molina destacó que pocos estados poseen una estructura similar en operación.

Si bien estimó que no será necesario duplicar el personal del actual SPE del IFE para insertarlo en el Instituto Nacional de Elecciones (INE), afirmó que se incorporaría un equivalente a 50 por ciento de ese cuerpo (alrededor de mil 100), que deberá capacitarse y su salario tendrá que ser homologado con el de la plantilla de las oficinas centrales.

–¿Habrá que construirlo de cero?

–De los 32 institutos locales, sólo 12 tienen un estatuto del SPE, pero varios, aún teniéndolo, no lo han conformado.

Es un desafío muy grande por los requisitos que implica para una integración; es un cuerpo de élite costoso. Su administración implicará remuneraciones homologadas, pues se percibe que será el INE el que capacite, fije requisitos y regule su conformación.

Construcción por etapas

Jacobo Molina admitió que la integración del SPR será compleja a corto plazo, pero fundamental para alcanzar los niveles de organización que ahora tiene el IFE.

“Quizá habría que empezar en una construcción por etapas, e iniciar con los 17 estados donde habrá comicios locales en 2015.

La formación del SPE llevó tiempo al IFE, pero se ha convertido en la piedra de toque de la organización electoral; hay una evaluación permanente, el ingreso está regulado, pero, aun adentro, se puede salir si no se cumplen requisitos, sostuvo el secretario ejecutivo.

Edmundo Jacobo Molina, secretario ejecutivo del IFE, señaló que de los 32 institutos locales electorales, sólo 12 tienen estatutos sobre servicio profesional para la organización de comiciosFoto Cristina Rodríguez

En los próximos meses habrá sobrecarga de trabajo en el área ejecutiva del IFE, en preparación a la sucesión por el INE.

Con la promulgación de la reforma ya se iniciaron obras para adaptar dos nuevas oficinas de consejeros y se analiza ya la ubicación de su equipo de apoyo, expuso.

Se realizan preparativos para sustituir el nombre del instituto y se ha conversado con la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la contraloría general para la entrega-recepción.

–¿Cómo se anticipa la transición desde lo administrativo?

–Es un caso particular. No hay muchas experiencias similares. Será un cierre institucional para trasladar todos los recursos humanos, materiales y financieros al INE, así como todas las responsabilidades (procesos en marcha, convenios, contratos).

“Se está haciendo un levantamiento completo para hacer un corte de caja, y se prepara por áreas una entrega-recepción, así como un libro blanco por área, que describan el estado que guardan los asuntos en cada caso.”

Por la incertidumbre sobre la fecha en que dejará de existir el IFE y surgirá el INE, se realizarán cortes mensuales por área, para preparar la entrega, en coordinación con el contralor general, Gregorio Guerrero, y con la asesoría de la ASF.

Durante los encuentros de los consejeros electorales con diputados y partidos, se ha advertido sobre la necesidad de prever el final de la gestión del contralor (en abril), cuyo nombramiento se hace en la Cámara de Diputados, pues su papel en la transición administrativa es importante.

Si se prolonga la gestión, este factor alcanzará al propio secretario ejecutivo, cuyo periodo concluye el 5 de junio.