Familiares y compañeros de los mineros Benito Arriaga y Teódulo Rivera, cuyos cuerpos fueron extraídos ayer del yacimiento ubicado en el municipio de Charcas, donde el miércoles murieron junto con otros tres trabajadores en un accidente ocurrido mientras realizaban labores mantenimiento –según Industrial Minera México– afirmaron que el percance se debió a una falla. Obreros testigos del accidente aseguraron que al término del turno los ahora finados y otros compañeros subían a la superficie.

La empresa los obliga a usar un malacate destinado al acarreo de mineral para ahorrar dinero, pues de lo contrario tendría que subirnos 10 kilómetros en espiral por la rampa, explicó uno de los trabajadores.

Agregó que cuando estaban en el piso 18 (de un total de 23), el eje del tiro se desplomó junto con el cable de cola y en su descenso golpeó los muros, desprendiendo pedazos de roca hacia el vehículo de los mineros, que se quedó parado. El peso del cable y las piedras los mató. Detalló que los demás cuerpos están cientos de metros abajo.

El delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el estado, Édgar Durón, informó que se investiga el accidente.