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Son gente de Servando Gómez, afirman integrantes del gabinete de seguridad

Templarios, quienes difundieron la reunión entre Castillo y El Abuelo
 
Periódico La Jornada
Jueves 13 de febrero de 2014, p. 6

Juan José Farías Álvarez, El Abuelo, quien fue señalado por el gobierno federal en 2009 como ‘‘líder’’ o ‘‘lugarteniente’’ del cártel de Los Valencia en Michoacán, cumplió una sentencia de tres años por el delito de posesión de arma de fuego y las autoridades no pudieron acreditarle que formara parte de una organización criminal, ni tampoco su presunta relación con el empresario mexicano de origen chino Zhenli Ye Gon.

Desde ese año, la Procuraduría General de la República (PGR) ya no cuenta con ninguna investigación abierta o mandamiento judicial en su contra.

Funcionarios del Gabinete de Seguridad Nacional consideran que integrantes del cártel de Los caballeros templarios, vinculados a Servando Gómez Martínez, La Tuta, se encargaron de difundir la imagen de la charla que sostuvieron Juan José Farías Álvarez y el comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, con la finalidad de desestabilizar el trabajo que se realiza en ese entidad en contra de los grupos criminales.

Parte de los análisis realizados refieren que el cártel de los templarios tenía gente infiltrada en la reunión que se realizó el pasado miércoles 5 de febrero en Tepalcatepec, en la cual el comisionado Castillo se entrevistó con habitantes del lugar y líderes de los grupos de autodefensa.

Asimismo, los funcionarios entrevistados refirieron que Servando Gómez ha difundido que los grupos de autodefensa son los responsables de la situación que vive la población michoacana, y a partir de ello busca destruir el trabajo que ha desarrollado el gobierno federal, ya que los grupos que surgieron para contener las actividades criminales han desarticulado las operaciones del cártel que tenía el control de la entidad.

Se han roto los lazos que mantenían la hegemonía de los templarios, pues los miembros que eran líderes religiosos ya no actúan porque sus feligreses fueron las primeras víctimas de extorsión, secuestro y homicidio.