Medio millón de casas y negocios están sin luz y más de 3 mil vuelos fueron suspendidos
Declaran zona de desastre en Carolina del Sur; Atlanta luce desierta y cubierta de hielo
Jueves 13 de febrero de 2014, p. 27
Atlanta, 12 de febrero.
La segunda tormenta invernal en dos semanas que azota la normalmente templada región del sur de Estados Unidos cubrió este miércoles de hielo autopistas, árboles y tendidos eléctricos, y dejó sin luz casi medio millón de viviendas y negocios.
El inclemente clima ha provocado por lo menos nueve muertes a causa de accidentes de tránsito en toda la región, incluidas tres personas que murieron cuando una ambulancia se salió de una carretera a causa del hielo en el occidente de Texas. Más de 3 mil vuelos fueron suspendidos.
La tormenta se extendió desde el este de Texas hacia Carolina del Norte y del Sur, y es probable que llegue a los estados de la región central sobre el Atlántico a última hora de este miércoles, dijo Roger Edwards, del Servicio Meteorológico Nacional.
Los meteorólogos advirtieron que habría una tormenta potencialmente catastrófica
en el sur estadunidense, con capas de hielo de más de 2.5 centímetros en algunos lugares. Pronosticaron caída de nieve durante la noche con posible acumulación de 7.6 centímetros en Atlanta y mayores niveles en las Carolinas.
Conforme transcurría la jornada aumentaban los apagones.
Tal como lo hizo en partes de Georgia, el presidente Barack Obama declaró Carolina del Sur zona de desastre, para allanar la posibilidad de ayuda federal. En Myrtle Beach, Carolina del Sur, las palmeras quedaron cubiertas por una gruesa capa de hielo.
La tormenta no infligió el devastador efecto en las autopistas de Atlanta como ocurrió con una tormenta parecida hace un par de semanas, principalmente porque los habitantes aprendieron la lección y se mantuvieron lejos de las carreteras.
Mientras los residentes del sur prestaban atención a las inusualmente extremas advertencias y se quedaban en casa mientras caía la nieve y la lluvia gélida, la tormenta se desplazaba hacia el norte, amenazando con llevar el jueves unos 30 centímetros de nieve a los estados de la costa central del Atlántico y del noreste.
El hielo combinado con ráfagas de viento hasta de 48 kilómetros por hora quebró ramas de árboles y arrasó tendidos eléctricos. Más de 200 mil viviendas y negocios se quedaron sin luz en Georgia mientras en Carolina del Sur unos 130 mil usuarios eran afectados y otros 30 mil, en Luisiana. Algunas personas podrían quedar sin electricidad por varios días.
En Atlanta, que fue sorprendida en la tormenta previa, las calles y autopistas estaban desiertas en esta ocasión. Mucho antes que comenzaran las precipitaciones de aguanieve las escuelas ya habían anunciado la suspensión de clases martes y miércoles. Muchos negocios de la capital financiera del sur también cerraron.
La escena difería marcadamente de la vez anterior, el 28 de enero, cuando miles de escolares se vieron obligados a pernoctar en sus escuelas debido a la acumulación de nieve, e innumerables conductores dejaron abandonados sus vehículos por la congestión vehicular.
El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, instó a los residentes a que carguen sus teléfonos celulares y compren pilas para radios y linternas porque la tormenta podría causar acumulaciones de 30 centímetros en lugares como Charlotte.
Para el centro de la costa Atlántica y el noreste estadunidense la serie de tormentas han provocado la escasez de sal para las calles y han provocado que los sistemas escolares se queden sin días extras para casos de nevadas.
