Enfrentamientos frente al palacio de gobierno dejan 30 policías y 12 campesinos heridos
Arranca el sexto Congreso Nacional del movimiento
El PT rechaza criminalizar las protestas
Jueves 13 de febrero de 2014, p. 25
Brasilia, 12 de febrero.
Unos 20 mil militantes del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) se manifestaron hoy frente a la explanada de los ministerios para exigir la reforma agraria, algunos se acercaron al palacio presidencial de Planalto y el Supremo Tribunal Federal, pero fueron reprimidos por la policía con saldo de 30 agentes y 12 campesinos heridos.
La protesta, en la cual también se exigió educación, vivienda y mejoras al transporte, se desarrolló de manera pacífica hasta que un grupo de manifestantes derrumbó algunas vallas de la plaza frente al palacio presidencial. La policía disparó balas de goma y gas lacrimógeno para dispersar a los marchistas.
La protesta de los campesinos ocurre en el contexto del sexto congreso nacional del MST, que se prolongará hasta el viernes aquí, cuyo tema central es precisamente el debate de estrategias para acelerar la reforma agraria, y en conmemoración de los 30 años de la combativa organización. El último congreso de los Sin Tierra se celebró en 2007 en Brasilia y participaron cerca de 15 mil campesinos.
La reforma fue parada, está lenta, la cuestión son los poderes: es el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, pero también es la justicia y la bancada ruralista (gran número de diputados favorables al agronegocio) en el Congreso
, denunció uno de los manifestantes.
El MST asegura que cerca de 100 mil familias del movimiento esperan la concesión de tierras, y mientras habitan barracas en las márgenes de las carreteras en todo el país.
Unos 700 niños, hijos de los campesinos del MST ocuparon la planta baja del Ministerio de Educación, en donde exigieron más escuelas para el campo.
En tanto, el Partido de los Trabajadores (PT) expresó su preocupación por los debates en el congreso nacional de una ley que pretende tipificar como terrorismo ciertos delitos ocurridos durante manifestaciones, y aumentar las sanciones para los actos vandálicos. Indicó que no puede aceptar texto legal alguno que atente contra los derechos y garantías fundamentales previstas en la Constitución, que criminalice a los movimientos sociales.
La policía arrestó a Caio Silva de Souza, de 23 años, sospechoso de lanzar una bengala que mató a un camarógrafo durante una protesta el jueves en Río.