Sochi, 12 de febrero.

Tal vez sea hora que el esquí alpino recurra a las milésimas de segundo. El miércoles, luego de terminar con el idéntico tiempo de un minuto y 41.57 segundos, la eslovena Tina Maze y su amiga suiza Dominique Gisin se tomaron de las manos para subir juntas a lo más alto del podio del descenso femenino, un hecho inédito en los 78 años de historia del esquí alpino en las olimpiadas de invierno.

Es un gusto poder compartir este oro con Tina, afirmó Gisin sobre el momento de hermandad olímpica en la prueba reina del esquí alpino.

El deporte ha formado parte del programa de los Juegos de Invierno desde 1936 y sus tiempos se cronometran en centésimas, mientras que otras disciplinas lo hacen con milésimas.

Tal vez un dedo, quizás una mano, puedan cambiar el color de una medalla, reflexionó Maze.

Maze y Gisin heredaron el título de Lindsey Vonn, la estrella estadunidense que se perdió los juegos por una lesión en la rodilla derecha. La suiza Lara Gut obtuvo el bronce, al quedar diez centésimas detrás de las dos campeonas.

Bajo un sol resplandeciente en la cordillera del Cáucaso, Maze sacó ventaja sobre Gisin en cada fracción, pero perdió velocidad por la blanda nieve en la última cuesta.

De todas maneras, Maze celebró efusiva cuando vio que compartía la punta en la prueba reina del deporte. Gisin, que no ganaba un descenso desde enero 2009, ha tenido que esperar hasta sus 28 años para alcanzar su primera victoria en una de las grandes citas.

Es un oro muy peculiar, porque no es lo usual, dijo Maze. Es algo especial.

Precedente

La última vez que se produjo un empate fue en el súper-g de Nagano 1998, en el que el suizo Didier Cuche y el austríaco Hans Knauss se repartieron la plata detrás del campeón austríaco Hermann Maier.

También existe el antecedente de empates entre mujeres por el segundo lugar en el slalom gigante. En Albertville 1992, la estadunidense Diann Roffe y la austríaca Anita Wachter compartieron la plata al escoltar a la sueca Pernilla Wiberg. Y en Innsbruck 1964, la francesa Christine Goitschel y la estadunidense Jean Saubert quedaron en el segundo lugar, siguiendo la estela de la francesa Marielle Goitschel.

Cosecha dorada

El Rossiya, Rossiya volvió a retumbar cuando los anfitriones añadieron su segundo título en el patinaje artístico, luego que Tatiana Volosozhar y Maxim Trankov se consagraron en la competencia de parejas.

Rusia o la Unión Soviética habían ganado el oro en 12 justas seguidas, racha que fue fulminada hace cuatro años en Vancouver: Creo que esta noche todo el país celebrará esta linda victoria, dijo Trankov.

La plata también quedó en manos rusas, con Ksenia Stolbova y Fedor Klimov, en tanto que los alemanes Aliona Savchenko y Robin Szolkowy se llevaron el bronce.

País que asigna 85 millones de dólares anuales para su presupuesto de deportes, Rusia ya está a un oro adicional de igualar su magra cosecha en Vancouver.

Alemania repunta en medallero

Por tercera jornada consecutiva, la cima de la tabla de medallas cambió de dueño. Empujada con las victorias de la dupla conformada por Tobias Wendl y Tobias Arlt en el luge masculino y de Eric Frenzel en la prueba individual de la combinada nórdica, Alemania pasó al frente con un total de seis preseas doradas.

Los dos Tobias dieron a su país el tercer oro en igual cantidad de competencias de luge tras recorrer el trazado del centro de deslizamiento Sanki en un tiempo total de 1:38.993 minutos, alcanzando velocidades máximas de 144.5 kilómetros por hora.

La pareja austríaca integrada por Andreas y Wolfgang Linger, dos veces campeona olímpica, se llevó la plata al quedar a más de medio segundo de los líderes después de las dos tandas.

Los letones Andris y Juris Sics se subieron al último escalón del podio tras finalizar a 0.857 segundos de los líderes.

En el último bastión exclusivo para hombres en deportes de invierno, la combinada nórdica, que consiste en una carrera de esquí de fondo y saltos desde un trampolín, el ex soldado del ejército alemán, Eric Frenzel, superó al japonés Akito Watabe y al noruego Magnus Krog.

El alemán y el japonés salieron con ventaja en los 10 kilómetros de esquí de fondo tras liderar con comodidad la prueba de saltos.

Holanda, rey de la velocidad

Holanda siguió acaparando títulos en el patinaje de velocidad, esta vez con el triunfo de Stefan Groothuis en los mil metros.

En el caso de Shani Davis, fue una dura derrota. El intento de Davis de hacer historia en los Juegos Olímpicos de Invierno naufragó el miércoles en la Adler Arena, cuando el holandés Stefan Groothuis se adjudicó el oro, acabando con la ilusión del estadunidense de convertirse en el primer patinador de velocidad masculino en ganar la misma prueba en tres justas consecutivas.

Groothuis, quien ha sufrido con problemas de depresión y hasta contempló el suicidio, logró la cuarta medalla de oro en cinco pruebas del patinaje de velocidad para Holanda en Sochi. En el podio estuvo su compatriota Michel Mulder, con bronce. El canadiense Denny Morrison ganó la plata. Holanda ha acaparado 10 de las 15 medallas que se han repartido en cinco pruebas.

Snowboard

En el halfpipe, Farrington aseguró el triunfo con una puntuación de 91.75 en su segunda rutina, lo suficiente para doblegar los 91.50 que recibió la australiana Torah Bright. El bronce fue para la estadounidense Kelly Clark.