Por años hemos estado olvidados
, señalan junto a comerciantes de la zona
Si sólo se busca mejorar la imagen, ningún proyecto prosperará, afirman
Jueves 13 de febrero de 2014, p. 37
Cobijados por sus decadentes y bulliciosas calles, desbordadas por el ambulantaje, la prostitución y la indigencia, habitantes y comerciantes de la La Merced han comenzado a organizarse para solicitar a las autoridades capitalinas ser incluidos en el anunciado rescate integral
de esa zona, con la finalidad de coadyuvar a regenerar el tejido y la convivencia social en la zona.
Por años hemos estado olvidados y sí se requiere una cirugía mayor, pero si sólo se queda en mejorar la imagen y no se incorpora a la gente, que conoce cada uno de sus rincones y sus problemáticas, ningún proyecto llegará a buen puerto
, expresó Octavio Villalva, quien junto con un grupo de vecinos y locatarios de los siete mercados de la zona planea constituir un comité, con ese propósito.
En un recorrido por el barrio, adelantó que alistan una serie de acciones que serán presentadas a las autoridades capitalinas, y que no requieren de grandes inversiones ni esperar hasta 2030 para llevarlas a cabo, sino de voluntad.
Entre ellas se encuentra incorporar en la zona a servidores públicos con vocación de servicio y honestos, incrementar la vigilancia policiaca y aplicar medidas de protección civil básicas como la liberación de calles del comercio informal.
Hay lugares tan peligrosos que, aunque vivas al lado, dices ahí no me meto; los asaltos a mano armada están a la orden del día y ante algún siniestro toda la zona se ha convertido en una gran trampa para el medio millón de personas que viven, venden o transitan, porque no hay acceso a los servicios de urgencia
, apuntó.
En medio de la bulliciosa calle General Anaya, considerada la vía principal en este entramado del comercio popular, los lugareños advirtieron que el talón de Aquiles
de cualquier proyecto que se intente en La Merced es y será el ambulantaje. Comercio informal siempre ha habido, pero en mis tiempos no imperaba el caos y la anarquía de ahora
, expresó don Elpidio Candelario, quien lleva toda su vida como vendedor en uno de los mercados.
Al pasar por la iglesia de la Candelaria, y después en la plaza de El Caballito, frente la Cámara de Diputados, los vecinos hicieron hincapié en otra problemática más que aqueja al barrio. Distribuidos en pequeños grupos, se observan desaliñados a los indigentes durmiendo la siesta sobre las bancas o banquetas.
Se requiere de una política de atención a grupos vulnerables; no hay datos oficiales, pero se calcula que por lo menos 2 mil personas sobreviven en la calle en esta zona. Desde drogadictos, indigentes, hasta gente que deambula para pedir dinero o en busca de alimentos
, refirieron.
Otro asunto por atender –agregaron– es la prostitución y el consumo de drogas, que se ha expandido en la plaza de la Soledad.