En forma paralela a los preparativos para garantizar la transición del Instituto Federal Electoral (IFE) al Nacional Electoral (INE), los actuales consejeros organizan lo que también se prevé que será un complicado proceso de traspaso administrativo para la entrega de bienes muebles, inmuebles y recursos financieros del organismo.

En principio ha habido acercamientos con la Auditoría Superior de la Federación y la Contraloría General del propio IFE para acompañar el proceso.

El consejero Lorenzo Córdova Vianello destacó que con los acercamientos se pretende lograr una transición transparente y ordenada, en un entorno donde las previsiones del Poder Legislativo no tomaron en consideración algunos procesos internos del propio IFE.

Propone adoptar medidas jurídicas e instrumentarlas

Explicó que un funcionario importante en el proceso de entrega-recepción del IFE al INE es el contralor general, Gregorio Guerrero, con quien han comenzado a coordinarse.

Sin embargo, Córdova Vianello apuntó que existe una complicación derivada de la designación de Gregorio Guerrero en el cargo, que concluye el próximo 30 de abril, cuando, de acuerdo con las previsiones, aún no haya nacido la nueva institución.

¿Qué vamos a hacer? Guerrero es contralor del IFE, no del INE. ¿Se va a designar a otro contralor? ¿Se le va a ratificar en el cargo para otro periodo? Sin duda todo tiene una salida jurídica, pero hay que adoptarla e instrumentarla.

Agregó que si el contralor debe dar seguimiento al proceso de entrega-recepción, el responsable administrativo de la entrega es el secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo Molina. Pero en este caso hay otro problema: su encargo concluye en los primeros días de junio, con la incertidumbre de no saber en qué fecha nacerá el nuevo instituto.

Con estas condicionantes, el IFE buscará la forma de que la transición no tenga sobresaltos, señaló Córdova, porque esta fase administrativa tiene correlación con algunas decisiones políticas que se empatan, como el plazo para que los consejeros del actual instituto dejen el cargo, como señalan los artículos transitorios, que es de 120 días.

No obstante, este plazo estaría sujeto al cumplimiento de la Cámara de Diputados en la designación de los consejeros del INE.

A diferencia de los incumplimientos en anteriores procesos para la elección de consejeros, éste tendría repercusiones legales, porque los integrantes del IFE ya no podrían adoptar ninguna decisión concluido ese plazo.

Lorenzo Córdova explicó que durante ese periodo se deben adoptar decisiones fundamentales, en especial dos: la conformación de nuevos partidos políticos y eventuales quejas de los procesos electorales de Nayarit y Coahuila, que no pueden detener su marcha, pues existen algunas decisiones que la autoridad electoral federal debería adoptar sobre las irregularidades denunciadas en esos comicios locales.

En todo caso, agregó el consejero, para el IFE es fundamental contar ahora con más claridad sobre el horizonte de vida del instituto, porque para ordenar la transición “no es lo mismo que nos digan que contamos con 20 días que con tres meses.