Índice BigMac: el peso está devaluado 40%
¿Cuál crisis?
Desmoche en el IFE
unque el grupo que gobierna al país se asume como todopoderoso, los verdaderos amos son los fondos de inversión que han adquirido miles de millones de dólares de bonos del gobierno. Son los capitales golondrinos. En el momento en que decidieran alzar el vuelo tendríamos la repetición de la crisis de los tesobonos –la que estalló en la Navidad de 1994, cuando salía Salinas de Gortari y entraba Ernesto Zedillo a la Presidencia. En estos días los administradores de fondos están nerviosos y reaccionan sacando su dinero de los ‘‘países emergentes’’ –como México– para invertirlos en instrumentos que consideran seguros, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos, aunque paguen una tasa de interés ínfima. El peso mexicano no consigue estabilizarse; ayer el dólar se vendió a $13.60 en ventanillas de Banamex. No hace muchos meses tuvimos un superpeso de 12 por dólar. ¿Cuál es su verdadero valor? Los economistas usan distintos métodos, algunos muy complejos, para contestar esta pregunta. Sin embargo, hay uno relativamente sencillo: el Índice BigMac. Lo inventó la revista The Economist el año 1986. Se basa en el poder de compra de las monedas. Por ejemplo, el año pasado el precio promedio de una BigMac en Estados Unidos fue de 4.26 dólares. Los chinos pagaron por la misma hamburguesa 2.74. El índice infiere que el yuan está devaluado en 41%. En el caso de México, la devaluación sería de 40%. Aquí costaba el equivalente a 2.78 dólares. Eso nos lleva a otra conclusión: los salarios mexicanos compiten con los chinos... en lo bajo. La gráfica anexa muestra cómo ha ido devaluándose el peso mexicano en los años recientes. En los dos primeros diciembres de Peña Nieto el aumento del salario mínimo fue una miseria.
¿Cuál crisis?
A pesar de la crisis económica, los ingresos de las 250 empresas minoristas –supermercados y almacenes– más grandes del mundo llegaron a 4.3 trillones de dólares a junio de 2013, de acuerdo con un estudio de la consultora Deloitte. Para poder entrar en la lista, las empresas tienen que haber facturado al menos 3.8 mil millones de dólares. El puesto número uno lo ocupa Walmart, que facturó 469 mil 162 millones de dólares y opera en 28 países. Figuran también Costco, Home Depot, Best Buy, Sears, Inditex, Apple, H&M, GAP, El Corte Inglés, C&A y Office Depot. Sobresalen cinco negocios en México: en el puesto 124 está Soriana; en el 144, Femsa; le siguen Coppel, en el 180; Chedraui, en el 191, y Liverpool en el 201.
e@Vox Populi
Asunto: el desmoche en el IFE
Anexo al presente le envío documento Temas a prever ante la transición IFE-INE, mismo que prevé el despido de los empleados administrativos del Instituto Federal Electoral en su transición al nuevo Instituto Nacional de Elecciones, por lo cual nos preguntamos, tal vez de manera inocente, si este ‘‘democrático gobierno’’ se atreverá a mandar a la calle a 5 mil 500 empleados así sin más, por un cambio de nombre. Durante 22 años los empleados administrativos del IFE, aquellos cuyo sueldo no llega a los 7 mil pesos mensuales –dicho sea de paso no es ni 1% de lo que ganan nuestros democráticos consejeros–, hemos trabajado con compromiso y vocación de servicio, con apego irrestricto a los principios que nos rigen y con un permanente esfuerzo personal, pero simplemente seremos desaparecidos. Como usted sabe, estamos en la indefensión, no tenemos una representación laboral y somos considerados ‘‘de confianza’’, lo cual durante los 22 años de existencia de la institución ha violado flagrantemente nuestros derechos laborales. Agradeceremos su apoyo para tratar de evitar esta situación que dejaría al nuevo INE sin la experiencia laboral de años en servicio de la mayoría de nuestros compañeros. En poco tiempo, unos 5 mil 500 empleados administrativos, base y experiencia del IFE, podrían ser enviados a la calle.
José Fernando Hernández /secretario de Organización del no reconocido Sindicato de Trabajadores Electorales de la República Mexicana
R: ¿Que si se atreven? Claro que se atreven a correr a 5 mil 500 personas y hasta más. Es algo absurdo: lo que México necesita es democracia, no que le cambien de nombre al Instituto Federal Electoral. En estos días lo que vemos es una batalla entre los partidos políticos para obtener ‘‘su’’ cuota de poder, es decir, imponer al mayor número de consejeros electorales que representarán ‘‘sus’’ intereses. Lo que cueste despedir y volver a contratar personal para esa institución de plano no importa.
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