Berlín, 11 de febrero.

Hay cintas que logran vaciar media sala después de 30 minutos. El mensaje es claro. Otras tienen el efecto de un somnífero, en el que la tolerancia se pone a prueba ante los ronquidos del compañero de al lado o se decide mejor acompañarlo en tan placentero viaje.

Esto último fue lo que logró provocar Praia do futuro, producción brasileña que este martes se presentó en la sección de competencia en el Festival Internacional de de Cine de Berlín.

El realizador brasileño, residente en la ciudad sede del encuentro, Karim Ainouz, presentó una historia de amor homosexual, que comienza en las playas de Fortaleza en Brasil y termina en la capital alemana. Un salvavidas brasileño entra en contacto con un turista alemán cuyo compañero se ahoga. Así comienzan un romance. El rescatista va a vivir a Berlín.

El conflicto entre volver a su país natal o quedarse, el contraste cultural, la incursión en la vida alemana, el desarraigo después de algunos años son algunos de los temas que ya se han convertido en clichés a la hora de presentar al extranjero que decide residir en la nación europea.

Wagner Moura, quien interpreta al socorrista brasileño, vuelve a la Berlinale tras su participación en Tropa de élite, ganadora del Oso de Oro en la edición 2008 del encuentro fílmico.

Activista por los derechos de los campesinos en EU

Por otro lado, en la sección de Berlinale Special, en la que se proyectan estrenos de producciones relevantes en el mundo, se presentó este martes César Chavez, largometraje de Diego Luna, tercera cinta del mexicano, pero la primera rodada en inglés.

La película está basada en la vid del activista estadunidense de origen mexicano César Chávez (1927-1993), quien luchó por los derechos de los trabajadores agrícolas indocumentados en California en las décadas de 1960 y 1970. Fue líder del primer sindicato campesino en Estados Unidos y fundador de la Asociación Nacional de Trabajadores del Campo.

Rescatar el contenido histórico en torno a esa relevante figura en la lucha por los derechos de los campesinos en Estados Unidos y la interpretación de Michael Peña, quien da vida a Chávez, son los mértios de la película de Luna.

Incluyendo imágenes de archivo, en 101 minutos la cinta aborda los inicios del movimiento sindical, la creación del primer sindicato campesino en Estados Unidos y el boicot a la venta de la uva y la huelga de los recolectores.