París, 11 de febrero.

Diez años después de la muerte de Henri Cartier-Bresson, el Centro Pompidou de París dedica una gran retrospectiva al famoso fotógrafo francés cuya obra cubrió buena parte del siglo XX.

Más de 500 fotografías, dibujos, pinturas, películas y documentos invitan a una relectura de su obra. Henri Cartier-Bresson (1908-2004) “fue presentado muchas veces como el hombre de un solo tipo de fotografías, la del ‘instante decisivo’. Nosotros queremos demostrar que existieron varios Henri Cartier-Bresson”, explicó Clément Chéroux, curador de la exposición.

Primero fue un joven que se lanzó a la fotografía y halló su camino en el surrealismo. Luego un fotógrafo comprometido políticamente con los comunistas, que se interesó por el cine como medio de propaganda. Finalmente vino el fotorreportero, con la creación de la agencia Magnum, en 1947, explicó Chéroux.

Para esta primera gran retrospectiva realizada en Europa desde la muerte del artista, la fundación que lleva su nombre permitió amplio acceso a sus archivos.

La muestra, que se inaugura este miércoles y terminará el 9 de junio, está presentada por orden cronológico e integrada casi exclusivamente por ampliaciones de la época.

Esto cambia la percepción de la obra porque cuando estaba en vida, la mayoría de las exposiciones supervisadas por Cartier-Bresson estaban enteramente realizadas para la ocasión, lo cual daba una impresión de uniformidad, agrega.

Hijo de un industrial del algodón, el joven Cartier-Bresson dibuja y pinta. Integra el taller del pintor André Lhote, donde adquiere el gusto por la composición y la geometría, y conoce al escritor René Crevel, quien lo introduce en el círculo de los surrealistas.

Henri Cartier-Bresson (1908-2004), fotorreportero y creador de la agencia MagnumFoto tomada de Internet

En 1930 viaja por África, donde permanece un año y vive de la caza. Dándole la espalda al exotismo, se dedica a fotografiar el ritmo cotidiano de la vida africana.

Mirada sobre la vida

De regreso a Francia, adquiere una cámara Leica, el instrumento perfecto para el dibujo acelerado y el ejercicio de la mirada sobre la vida, explicó en 1986. Yo salía a la búsqueda, salía a olfatear con la cámara. Pero llevaba conmigo todo un bagaje literario y visual.

Tras realizar fotos compuestas instintivamente respetando la proporción áurea, y luego imágenes surrealistas que intentaban capturar la belleza convulsiva que tanto apreciaba André Breton, Cartier-Bresson se vuelca hacia una fotografía más documental. Compañero de ruta de los comunistas, fotografía la pobreza y las primeras vacaciones pagadas para los trabajadores en Francia.

Se concentra en el cine como medio más eficaz para alcanzar a las masas y se convierte en asistente de Jean Renoir. Se lo puede ver en breves apariciones en la película Partie de campagne del gran realizador francés. Realiza varios documentales, uno de ellos sobre la Guerra Civil española.

Capturado por los alemanes a principios de la Segunda Guerra Mundial, escapa y entra en la Resistencia. Fotografía la liberación de París, también los campos de deportados en Alemania, donde realiza la foto famosa de una delatora hallada por la persona que había denunciado.