Matamoros, Tamps., 10 de febrero.

Unos 400 soldadores y armadores de la maquiladora CBI de Matamoros, fundada hace cinco años en el parque industrial Las Ventanas, cumplieron tres días en paro y anunciaron que este martes iniciarán una huelga en demanda de incremento salarial de 20 por ciento; la empresa les ofrece 9 por ciento.

Mario Esteban López, trabajador del primer turno del corporativo dedicado a la manufactura de ductos y plataformas metálicas, dijo que el ofrecimiento inicial de aumento (de 4 por ciento), anunciado en la primera semana de enero por la Asociación de Maquiladoras de Matamoros y el Sindicato de Obreros y Jornaleros, es insuficiente para los 600 empleados de la fábrica.

Explicó que un soldador especializado no gana más de mil 200 pesos a la semana, cuando en Reynosa o Monterrey, Nuevo León, les pagan el doble de eso.

Se quejó de que a los obreros les quitan cuota sindical, aportaciones del Instituto mexicano del Seguro Social y del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores, con lo que a veces llegamos con 300 pesos a la casa, que no alcanzan para nada. Por eso pedimos que nos aumenten el sueldo con base en nuestro esfuerzo y trabajo especializado.

Ante la inconformidad de los trabajadores, CBI ofreció este lunes, por conducto de los delegados sindicales, un incremento salarial de 9 por ciento, el cual fue rechazado por la asamblea.

López señaló que sólo por cuotas sindicales les quitan 4 por ciento de su sueldo. Advirtió que si la compañía no autoriza un aumento de 20 por ciento directo al tabulador este martes, con o sin el apoyo del sindicato, los obreros iniciarán la huelga.

Ya no vamos a ser 400 sino 600 en paro; a ver si a la compañía le conviene tener los pedidos parados en Matamoros, agregó el trabajador del primer turno.

Denunció que el Sindicato de Obreros y Jornaleros de Matamoros, al que pertenecen, los tiene en el abandono y les cobra cuotas sin representarlos.

Acusó que también hay casos de explotación laboral que han denunciando desde hace mucho a su dirigente, Juan Villafuerte, quien, ha puesto oídos sordos.

El pasado viernes, cuando iniciaron el paro, no fueron buenos ni siquiera para mandarnos un baño portátil a los que estábamos en el plantón.