Con el filme de Hans Petter Molan, ya se habla en Berlín de un nuevo género: el western polar
Life of Riley, de Alain Resnais, no pudo mantener a los espectadores en las butacas
Martes 11 de febrero de 2014, p. a10
Berlín, 10 de febrero.
En orden de desaparición, de Hans Petter Molan, no se trataba sólo del título de la película noruega que este día se proyectó dentro de la competencia por el Oso de Oro en la Berlinale. Los nombres de los actores por orden de aparición que el espectador acostumbra leer al principio de la proyección de una película, en este caso se mencionan conforme son eliminados, desaparecidos, levantados, asesinados, en fin, mientras pasan a mejor vida.
Un thriller noruego del mejor de los gustos. Es la cinta en la sección de competencia que hasta ahora ha recibido la mayor de las ovaciones.
El realizador noruego Hans Peter Moland, vuelve a la Berlinale después de dos años donde ya había competido con A Somewhat Gentle Man, protagonizada también por Stellan Skarsgard, estrella sueca del cine escandinavo, que también es parte del elenco de Nymphomaniac, de Lars von Trier.
En orden de desaparición se desarrolla en paisajes donde prevalece la inmensidad gélida, el blanco de las masas de nieve, los cielos encapotados como telón de una trama donde la sangre corre, salpica, se embarra, haciendo un singular contraste con la blancura de la nieve.
En Berlín ya se habla de un posible nuevo género cinematográfico, el western polar; también se habla de cine al estilo de Tarantino o los hermanos Cohen, por discurrir bajo gélidas temperaturas que reflejan también el helado carácter de sus personajes.
El humor escandinavo es caracterizado como seco, directo. Para quien vive de ese lado del planeta la elección de dónde habitar se toma a partir de dos opciones muy simples: tener bienestar o tener sol. El bienestar económico se tiene en países fríos, ligados a sociedades industrializadas. El sol se tiene en países que no proveen bienestar económico a todos sus ciudadanos, no tienen altos estándares de bienestar, pero viven más felices; el astro mayor provee alimento para el alma, aunque el estómago sufra.
En la cinta, Stellan Skarsgard da vida a Nils, encargado de una empresa de máquinas quitanieve, cuyo hijo fue asesinado por una banda criminal local liderada por un tipo con evidentes rasgos sociópatas, maniacodepresivos –Pål Sverre Hagen. Nils decide vengar a su hijo.
La banda criminal rival está compuesta por serbios, cuyo jefe es protagonizado por Bruno Ganz, veterano actor alemán que dio vida a Hitler en El hundimiento. También su hijo fue asesinado por la banda local y de igual forma buscará venganza.
Así, la trama empieza a desarrollarse por orden de desaparición de los personajes, conforme van siendo asesinados. Al final de las escenas aparecen esquelas por cada personaje desaparecido de la trama.
Por su parte, el realizador francés Alain Resnais presentó en competencia Aimer Boire et Chanter, traducida como Life of Riley, cuyo logro fue provocar que la mitad de los asistentes abandonaran la sala en la mitad de la proyección.
Rasnais invito a actores amigos llevando a la pantalla una historia con formato de teatro en torno a tres matrimonios, cuya discusión se centra en la inminente muerte de un amigo de ellos.
Realizaciones asiáticas
Hoy se proyectó también un filme chino considerado de carácter experimental, la primera de las cuatro cintas asiáticas en competencia por el Oso de Oro. Blind Massage, del realizador chino Lou Ye, explora el mundo de los invidentes y la sicología de un personaje que sabe que va a perder la vista de manera definitiva.
El elenco estuvo compuesto también por actores no profesionales invidentes.
Dieter Kosslick, director del Festival de Cine de Berlín, ha dado una presencia fuerte al cine asiático y ha declarado en más de una ocasión que cualquier producción de ese lado del mundo acude a la Berlinale con fuertes posibilidades de ser premiada.