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Protestas antidesahucios enmarcan la gala a la que faltó el ministro de Cultura

Vivir es fácil con los ojos cerrados, triunfadora de los premios Goya

Aunque Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, se llevó ocho estatuillas, el drama de David Trueba obtuvo los galardones en las categorías más importantes, entre ellas a mejor director

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Javier Cámara (al centro), con su premio a mejor actor, en la foto de grupo de los galardonados por la academia española de cine la noche de ayer en MadridFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de febrero de 2014, p. a12

Madrid, 9 de febrero.

La comedia surrealista Las brujas de Zugarramurdi arrasó el domingo con ocho premios Goya, pero el honor a la mejor película se lo llevó Vivir es fácil con los ojos cerrados, entre otros galardones principales en la gala de los reconocimientos más importantes del cine español, celebrada en el hotel Auditorium de Madrid.

El drama de David Trueba, que relata el encuentro real entre un profesor de inglés y el beatle John Lennon en la España de los años 60, sedujo a los académicos españoles en las categorías que marcan la diferencia y se alzó también con las estatuillas al mejor director, mejor guion original, mejor actor, para Javier Cámara, y actriz revelación, para Natalia de la Molina.

En tanto, Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, obtuvo, entre otros, los premios a la mejor actriz de reparto, para Terele Pávez; montaje, sonido, efectos especiales y vestuario. Este último Goya fue el segundo consecutivo para el diseñador Paco Delgado, que el año pasado fue candidato al Óscar por su trabajo en Los miserables.

Azul y no tan rosa

Latinoamérica triunfó en la categoría de mejor cinta animada, con el premio a Metegol (Futbolín en España) del argentino Juan José Campanella, mientras Venezuela consiguió su primer Goya a la mejor película hispanoamericana por Azul y no tan rosa, de Miguel Ferrari. Protagonizada por el venezolano Guillermo García y el español Ignacio Montes, aborda el rencuentro de un hijo adolescente y su padre homosexual, y los problemas de homofobia que enfrentan en su distanciamiento emocional.

El filme se impuso al argentino El médico alemán. Wakolda, de Lucía Puenzo; el chileno Gloria, de Sebastián Lelio, y el mexicano La jaula de oro, de Diego Quemada-Díez.

La ausencia más sonada de la gala fue la del ministro español de Cultura, José Ignacio Wert, quien alegó problemas de agenda para no acudir a la gala tras ser abucheado en recientes actos cinematográficos.

Trueba y su afinado retrato de la España de la dictadura de Francisco Franco fue la triunfadora y tuvo también recompensa para Javier Cámara. En su sexta postulación, uno de los actores españoles más importantes de los años recientes logró conquistar su primer Goya por su papel del profesor de inglés.

He soñado este momento varias veces, dijo el actor emocionado al recoger su primer Goya.

En Vivir es fácil con los ojos cerrados, Cámara interpreta a un profesor de inglés que decide viajar al sur de España en 1966 para conocer al beatle John Lennon y hacerle una curiosa petición relacionada con las letras de sus canciones, de las que se ayuda para enseñar la lengua de Shakespeare a sus alumnos.

Se trata de una historia real, cuyo protagonista, Juan Carrión, de 89 años, estuvo en la gala. Este premio es para ti, Juan, es para todos los profesores de este país, sobre todo los que han inoculado en mí el compromiso de esta profesión, la búsqueda de la belleza y de la excelencia, le dijo Cámara.

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En la alfombra roja, el realizador Fernando Trueba muestra propaganda en apoyo a los trabajadores de Coca-Cola, afectados por los más de mil 200 despidosFoto Ap

Además, Marian Álvarez fue premiada con el Goya a la mejor actriz protagonista por La herida, en el que da vida a una joven con problemas de ansiedad, depresión y agresividad. El realizador del filme, Fernando Franco, fue honrado como mejor director novel.

De los momentos más emotivos

El premio a Pávez, de 74 años, fue otro de los momentos más emotivos de la ceremonia. La veterana actriz recibió el primer Goya de su larga carrera de manos del astro español Javier Bardem. Pávez destacó en algunos papeles en los años 80, pero cayó prácticamente en el olvido hasta que De la Iglesia la rescató para su célebre El día de la bestia, en 1995.

Siempre estaré muy agradecida a la profesión, dijo emocionada entre los aplausos de un auditorio que la ovacionaba de pie.

Las brujas de Zugarramurdi se impuso a la otra gran comedia favorita de la noche, La gran familia española, que consiguió sólo dos de los 11 Goya a los que aspiraba. Entre ellos el galardón a mejor actor de reparto para Roberto Álamo.

En la ceremonia, el presidente de la Academia de Cine español, Enrique González Macho, lamentó este domingo el descenso de la producción cinematográfica española debido a la crisis del año pasado, aunque elogió que no ha bajado la calidad.

Hacer una película en nuestro país es un auténtico acto de heroísmo, añadió González Macho.

El director de la Academia recordó que el cine español por un lado tiene películas más industriales y, por otro, las que se pueden decir más artesanales con menor presupuesto.

Proclamas

Antes de la gala, unas 200 personas protestaron frente a la alfombra roja del hotel Auditorium de Madrid. Activistas antidesahucios, extras de películas y trabajadores de Coca-Cola –afectados por los más de mil 200 despidos que anunció la multinacional en sus fábricas de España– lanzaron proclamas bajo la lluvia y agitaron pancartas a la llegada de los protagonistas de la noche.

Al grito de Sí se puede mostraron su malestar por los miles de desahucios que se ejecutaron en España en los años pasados, en medio de una crisis económica que impidió a muchas familias hacer frente al pago de la hipoteca de sus viviendas y que incluso llevó a algunas personas al suicidio.

Los extras, por su parte, aprovecharon la mayor fiesta del cine en España para reclamar mejores condiciones salariales.

Varios actores y cineastas se acercaron hasta los manifestantes. Uno fue el actor Juan Diego Botto, quien mostró en la alfombra roja y posó ante las cámaras con una pegatina de la plataforma Stop desahucios.

También lo hicieron el veterano director Fernando Trueba y el actor Javier Bardem, este último acompañado por su madre, la actriz Pilar Bardem.

Otros actores como Antonio de la Torre o Inma Cuesta, postulados en esta edición de los Goya, mostraron su apoyo a los trabajadores de Coca-Cola, que luchan desde hace semanas para intentar frenar los despidos.