Ricardo Guzmán Wolffer, autor, y Constancio Carrasco, presentaron el libro en Bellas Artes
Lunes 10 de febrero de 2014, p. a10
Entre reflexiones y anécdotas sobre los vínculos y la importancia entre el humor y la cultura, durante más de dos horas, el abogado y magistrado Constancio Carrasco y el escritor Ricardo Guzmán Wolffer, autor del libro titulado Humor y cultura (editorial Porrúa), presentaron dicho volumen que integra una serie de entrevistas y ensayos sobre el tema, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Presentación a la que no pudo asistir el poeta Hugo Gutiérrez Vega debido a una caída que le lastimó la mano.
Carrasco explicó, entre otras cuestiones, algunas ideas y planteamientos que sobre el humor y la ironía tienen Aristóteles y Friedrich Nietzsche. Destacó también el apartado en el que se integran las entrevistas, por la diversidad de los creadores entrevistados. (La Jornada, 9-II-14).
En el libro El nacimiento de la tragedia, explicó Carrasco en la presentación, Nietzsche se ocupa del modo en que los griegos afrontaban el horror y el absurdo de la existencia.
“Guardando toda proporción con lo que hoy vivimos como mexicanos, detalló el abogado, el filósofo alemán escribió: ‘Consciente de la verdad intuida, ahora el hombre ve en todas partes únicamente lo espantoso o lo absurdo der ser. Parece que vivimos bajo esos estigmas’. Pero también decía que la única o mejor manera de convivir con esos estigmas, era el arte”.
Así como Nietzsche lo encontraba en el arte, continuó Carrasco, “desde la óptica en cómo nos presenta el humor Guzmán Wolffer, es una manera de poder convivir con lo complejo que es la existencia en una sociedad como la que hoy nos toca vivir.
Con este libro Ricardo encontró la fórmula de cómo escribir sobre humor y cultura
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Como ejemplo, se encuentra la entrevista realizada a la dramaturga Sabina Berman. “Le pregunta: ¿dónde está el humor, en el escenario o en el espectador? La respuesta no tiene desperdicio: ‘Todo en la vida es comedia, depende de a quien le suceda, si a nosotros o a otros. Depende de la distancia de donde se miren las cosas. Cuando nos vemos pequeños en un infinito, todo es gracioso. Eso sí, todos nos tomamos muy en serio, pero si un gigante nos viera, lloraría de la risa’”. Aquí, añadió Carrasco, encuentro una definición del humor, que se ve reflejada en el libro
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Por las circunstancias que no le permitieron asistir al maestro Gutiérrez Vega, Guzmán Wolffer leyó el prólogo que el poeta escribió para dicho volumen, en el que hace un reconocimiento al trabajo del autor, quien de acuerdo con el director de La Jornada Semanal, investiga en los terrenos del humorismo, como una visión de la realidad y como una forma de reconciliación con la otredad, y se mantiene enterado y preocupado por muchos aspectos de la vida sociopolítica de nuestro país y del mundo
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Durante más de dos horas, Guzmán Wolffer y Carrasco compartieron diversas reflexiones y anécdotas. Entre las que se lamentó que no hubiera algún autor o investigación que abordará el tema del humor y la época prehispánica.
Si uno lee el libro adecuado para cada quien, éste termina por hablarnos de nosotros mismos, pues los libros son lo que permite que la cultura permanezca, trascienda y se modifique
, concluyó Wolffer.
“Con este libro intento mostrar una parte de la esencia de lo que nos toca como mexicanos. Quizás alguien lo encuentre en alguna entrevista o en alguno de los libros que aquí se reseñan. El humorismo tiene que ver con aquello que las madres o algunas esposas dicen a sus hijos o maridos: ‘¿Eres o te haces?’ Aquí, de cierta manera, se trata de plantear dicha cuestión: ¿somos humoristas o nos hacemos humoristas?”