Sochi, 6 de febrero.

Los Juegos Olímpicos de Invierno en el sur de Rusia comenzaron con la llegada de la antorcha a Sochi que fue transportada por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, el surcoreano Ban Ki-moon y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, mientras en los escenarios se celebraban las primeras calificaciones y en la Villa ondeaba la bandera mexicana.

En víspera de la ceremonia de inauguración, el secretario general de la ONU llamó a realizar una tregua durante las competencia, que abren el programa oficial del 7 al 23 del presente mes en Sochi.

Durante su intervención en la 126 Sesión del COI, Ban Ki-moon criticó la política antigay que lanzó el presidente ruso Vladimir Putin en 2013 y que llevó a Sochi a ser blanco de constantes amenazas de ataques, para boicotear la competencia internacional más cara de la historia.

Tenemos que levantar la voz contra los ataques contra lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales. Tenemos que oponernos a las detenciones, encarcelaciones y a las limitaciones que los amenazan. dijo.

Enfatizó: “Estoy en Sochi para ser testigo de cómo los países se unen en un espíritu de competencia amistosa y buena voluntad.

Repito mi llamada a todas las partes en guerra a bajar sus armas durante los Juegos y a levantar su mirada a la promesa del diálogo, abundó.

La amenaza del terrorismo

No hay amenaza que asuste más que el terrorismo, con menciones de la presencia en la ciudad de las llamadas viudas negras, las mujeres que buscan cobrar venganza por esposos y familiares muertos en la ofensiva de Rusia contra la insurgencia musulmana en regiones próximas.

No muy lejos de Sochi se encuentra Dagestán, el lugar de nacimiento de los dos hermanos señalados como los perpetradores de los ataques con bombas en el maratón de Boston. También está Chechenia, teatro de dos guerras en las pasadas dos décadas. Y Volgogrado, la ciudad donde dos atacantes suicidas se cobraron 34 vidas al estallar explosivos en tranvías.

Se recuerda cómo hace una década la insurgencia ocultó una bomba en un estadio, cuando se llevaba a cabo su construcción. Al llegar el día de la inauguración, la bomba estalló justamente en el acto de apertura, matando al presidente respaldado por el Kremlin y padre del actual gobernante.

En la actualidad Sochi muestra una cara diferente para enviar un mensaje al mundo pese a los constantes reportes de que todo se hizo con prisas y mal sobre un certamen que costó más de 50 mil millones de dólares en una ciudad donde los derechos humanos no han sido respetados.

Por lo pronto, decenas de miles de soldados y policías han sido movilizados para salvaguardar las sedes, y hasta se puede ver una batería de misiles antiaéreos en la pista donde se efectuarán las carreras de esquí de fondo.

En la Villa Olímpica, la bandera de México ondea en lo más alto en una ceremonia conjunta con la de Noruega y Tailandia.

El esquiador Hubertus Von Hohenlohe, quien será el único competidor mexicano –en su sexta participación–, además del entrenador Kilian Albrecht y el jefe de misión, Carlos Pruneda, acudieron al izamiento de bandera.

El ambiente que se vive en la Villa Olímpica es bastante buena, la seguridad está bien y todos los competidores están muy contentos sólo esperando el momento de que inicien los juegos, dijo Pruneda.

A unas cuantas horas de la ceremonia de apertura en el Estadio Olímpico Fisht, adonde llegará la antorcha que subió al cosmos y descendió a las profundidades del lago Baikal, en la Siberia, para encender el pebetero olímpico, los anfitriones rusos dieron muestra de que serán los rivales a vencer al colocarse a la cabeza en las calificaciones por equipos en el patinaje artístico con su estrella Evgeny Plushenko, aunque fue el dueto de Tatiana Volosozhar y Maxim Trankov quienes impresionaron con su rutina (83.79 puntos)

Al término de los programas cortos masculino y por parejas, Rusia contabiliza 19 unidades, por delante de Canadá (17) y China (15).

En las montañas del Cáucaso, los mejores deportistas de snowboard slopestyle despegaron, mostrando sus fascinantes y temerarios trucos con un brillante cielo azul y un sol dorado como telón de fondo en una jornada en que se lució el estadunidense Bode Miller en una nueva disciplina en el programa olímpico.

En la primera sesión de calificación femenil de esquí acrobático, estilo libre, las caídas estuvieron a la orden del día, con la rusa Ekaterina Stolyarova, la alemana Laura Grasemann, y la japonesa Mito Ito.

La cita invernal congrega alrededor de 3 mil atletas de 87 países en la disputa de 98 medallas de oro en las 15 disciplinas de siete deportes.