En los pasados 11 años, firmas inmobiliarias aprovecharon la norma de ordenación 26 –cuyo objetivo era fomentar la vivienda popular y de interés social– para construir departamentos a precios estratosféricos, mientras miles de familias capitalinas tuvieron que emigrar hacia el estado de México en busca de un techo económico, expuso Simón Neumann, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), en el foro Análisis sobre la norma 26, organizado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

Ante el alto precio de una casa en ese periodo, el DF expulsó a más de 370 mil familias nacidas aquí, que ahora diariamente vienen a trabajar, estudiar o comprar, dijo Neumann.

Otro sector, agregó, se ha tenido que ubicar de manera informal en zonas de riesgo o de conservación ambiental. Esta situación ha afectado a todos los sectores de la población, pero fundamentalmente a los hogares de ingresos menores a cinco salarios mínimos, y es resultado de la falta de vivienda accesible bien localizada y sustentable.

Señaló que este año se esperan inversiones por 2.5 millones de pesos en proyectos inmobiliarios en la ciudad de México, y en entrevista posterior detalló que antes de que la Seduvi suspendiera la aplicación de la norma 26 –agosto de 2013– para frenar la especulación en el precio de la vivienda, la dependencia emitió 396 certificados de proyectos inmobiliarios con la norma 26, los cuales tendrán que someterse a las reglas de ese ordenamiento, pues en la medida que no cumplan con los requerimientos se verán afectados en cuanto al tamaño de la vivienda, el precio de venta y los niveles de construcción.

Por otro lado, se iniciaron 65 juicios de lesividad contra proyectos que violaron la norma 26, en 13 de los cuales está próxima la derogación y el resto sigue en estudio. Mientras, continúan suspendidas las construcciones en las colonias Granada y Nueva Granada, añadió el funcionario.

La actualización de la norma 26 forma parte de la revisión de todos los instrumentos de planeación urbana del DF que lleva a cabo la Seduvi, y busca revertir los fenómenos de expulsión o localización en zonas de riesgo de los hogares capitalinos más desprotegidos, indicó.

Se estima que en los próximos 15 años habrá 35 mil nuevos hogares en el DF, la población asentada en éstos requerirá de mejor localización de sus viviendas, así como mejores condiciones de habitabilidad, condiciones que tendrían que ser consideradas en la nueva norma 26, apuntó.

El nuevo planteamiento normativo considerará a la población de ingresos menores a cinco salarios mínimos, así como la producción social de vivienda que no exceda los 30 salarios mínimos elevados al año para el DF, es decir, deberá incentivar todos los tipos de producción habitacional, promover la construcción de vivienda para las familias más pobres mediante variadas formas de acceso como la renta y a la vez mantener el orden urbano y el direccionamiento hacia una ciudad compacta, diversa, eficiente y bella.