Acudían en auxilio de heridos en Altamirano, Chiapas
Jueves 6 de febrero de 2014, p. 16
San Cristóbal de las Casas, Chis., 5 de febrero.
Organismos y colectivos adherentes de la Sexta declaración de la selva Lacandona denunciaron que la reciente agresión contra personal del hospital San Carlos. en el municipio de Altamirano, cuando se dirigía a atender indígenas heridos en la comunidad 10 de Abril, el pasado 30 de enero (http://www.jornada.unam.mx/2014/02/02/politica/017n1pol), viola la legislación internacional. La Convención de Ginebra garantiza derechos de las personas en tiempo de guerra, específicamente, los derechos del cuadro médico a ser considerado neutral, a fin de poder tratar a los heridos
, señalaron.
El chofer Filomeno Hernández García, el doctor Édgar Ulises Torres García y las religiosas Edith Garrido Lozada y Patricia Moysén Márquez “se dirigían en una ambulancia y una camioneta pick up del hospital a prestar ayuda a los heridos de la comunidad 10 de Abril, donde bases de apoyo zapatistas fueron atacados por grupos de la Cioac”, manifiesta un documento del Espacio Social y Cultural La Karakola, en la ciudad de México, difundido para recopilar firmas por la Red contra la Represión y por la Solidaridad.
Les bloquearon el paso impidiéndoles llegar hasta donde estaba el conflicto y los heridos, golpeando las camionetas con palos, los hicieron bajar y ultrajaron a las mujeres, les quitaron los vehículos y documentos
, añade el pronunciamiento.
Allí se hace notar que los miembros de la Cioac concentrados en la comunidad 20 de Noviembre (municipio de Las Margaritas) violaron no sólo la ley, sino también la Convención de Ginebra. En días posteriores la ambulancia fue devuelta, y la Secretaría de Gobierno estatal dijo que se buscará recuperar el otro vehículo, sin mencionar la aplicación de sanciones a los agresores, quienes desde tiempo atrás pretenden apoderarse arbitrariamente de las tierras del ejido 10 de Abril, conformado por bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que las recuperaron
de una finca particular luego del levantamiento de 1994.
Los activistas manifestaron su respaldo a los proyectos de salud que, como el hospital de San Carlos, apoyan a las comunidades, y que son ejemplo y esperanza de un mundo distinto en el que lo que le sucede al otro, a la otra, nos preocupe y movilice. Las formas comunitarias de la salud, la educación y la cultura, son la esperanza de un mundo que nace, son ejemplo y necesitan ser cuidadas por todos nosotros
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