Rostros, más que ideas
Informes delegacionales
Gastos onerosos
ueno, si de lo que se trata es de engañar al respetable, los jefes delegacionales de esta ciudad equivocaron el paso. Y es que de ninguna manera se puede justificar los gastos que hicieron, cuyos recursos tomaron, desde luego, de los impuestos de la gente para promoverse, con el pretexto de rendir ante sus gobernados el informe de sus actividades durante un año.
Son varios los casos. En Iztacalco, la delegada Elizabeth Mateos se dio a la tarea, apenas ayer, de retirar los anuncios que se colgaron o se pegaron en paredes y postes del mobiliario urbano, en realidad para difundir su imagen y no para, como decíamos arriba, y como sostienen los mismos funcionarios, hacer saber a la gente de sus logros en 12 meses de gobierno.
Este caso es singular porque, por un lado, la delegada promueve su imagen. Esto porque en las encuestas no se pregunta sobre lo que hacen o hicieron los políticos, y mucho menos de sus ideas, sino de qué tanta gente los conoce, y por ello es necesario que se difundan, en todos los tamaños posibles, las fotografías de esos políticos. Que sepan de sus caras, de sus figuras, no de sus ideas.
Pero además la delegada permitió que su compañero, Carlos Estrada, también hiciera uso de la propaganda para promoverse como posible candidato a la jefatura delegacional. No sabemos si la señora Mateos también retiró la propaganda del señor Estrada, que ella niega es su marido, aunque reconoce que nada más es su compañero
, y no desmiente que pretenda ser delegado.
Sin duda el caso que más ha llamado la atención es el del delegado de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, que no se conformó con mostrar media cara –así se miró en el cartel de su propaganda– a los habitantes de su demarcación, sino que hasta las colonias Roma y Condesa, territorio ajeno a su gestión, llegó esa fotografía que parece quererlo proyectar como estrella de rock y no como servidor público, cosa que seguramente no habrá de confundir al elector, si es que esa era la intención de Romo, y en la que gastó varios millones de pesos.
Pero ni hablar de la delegada de Magdalena Contreras, Leticia Quezada, una de las consentidas de René Bejarano, que en poco se parece a la que tomó posesión hace un año, gracias, dicen algunos, a un maravilloso bisturí. Mandó, vía alguna publicación, su retrato a todo el DF. Dice la delegada que no hubo gasto en la difusión de su imagen porque se trató de la promoción que una publicación hace de sus ediciones. Nadie le creyó.
Y como esos hay otros que vale la pena empezar a analizar porque, la verdad, se han volado la barda en el ambicioso afán de continuar sus carreras políticas con mucha imagen, pero sin ideas. ¡Lástima, sólo son fotografías!
De pasadita
Muy pronto entrarán a la discusión en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal una serie de propuestas para dotar a la ciudad de una ley de movilidad, en la que, entre otras cosas, se pretende abordar, a petición, claro, de la derecha, el derecho a la protesta callejera, siempre que de denunciar a un mal gobierno se trata.
Pero no sólo eso: hay una serie incontable de reflexiones sobre la ley de movilidad que necesariamente llevarán a normar el tránsito en el DF. Hay cuando menos tres iniciativas. La que, según se dice, proviene del gobierno central, la panista y una más de la Comisión de Transporte de la ALDF. Como ya se acostumbró mucha gente, lo que gobierna hoy por hoy es el interés del mercado, y cuando de eso se trata son los panistas los que llevan la mano.
¿Será que el gobierno de Miguel Ángel Mancera permitirá que también en el DF mande la derecha por sobre las libertades que han marcado un destino a la ciudad de México? Destino del que todos están orgullosos. O bien, ¿ampliará y conservará aquello que hasta ahora ha permitido que el DF sea diferente al resto del país, principalmente en eso de las libertades? Pronto lo veremos.