El pasado lunes, Wicked, el musical de Broadway, llegó a 100 representaciones en el teatro Telcel de Plaza Carso. A la fecha la han visto más de 120 mil perso-nas, expresó Federico González Compeán, de Ocesa Teatro, al final de la puesta en un ambiente de alegría y de reflexión, pues la metáfora es de justicia: el mal siempre es castigado.

Un gancho para seguir la narración es el cuento El mago de Oz, en una precuela que explica el origen de los personajes, como la bruja verde, el león corbarde, el hombre de hojalata sin corazón y el espantapájaros sin cerebro, todo entre conjuros, verdades y mentiras.

Otro punto que llega a la sensibilidad del público son las escenas donde hay discriminación, burla por ser diferente, por el color de la piel, en este caso verde, pero que igual pudo haber sido negro o rojo, o amarillo. La magia negra puede trastocarse en blanca, y viceversa.

El efecto de las actuaciones es diverso y el humor provoca en algunos carcajadas y en otros el silencio amargo que genera un chiste trivial. No obstante, la risa se contagia y nada cuesta dejar de hacerse el pesado y quitar la cara de palo. Los musicales suelen tener un tono aparentemente superficial, pero si se analizan los parlamentos se observará que hay irónía, humor cáustico, sorna, doble sentido, engaños, envidias... en fin, el factor humano.

Apadrinaron el festejo por las 100 funciones los integrantes del elenco de la obra El curioso incidente del perro a medianoche, que se escenifica en el teatro Insurgentes, quienes develaron la placa alusiva. El productor Morris Gilbert expuso que Wicked es una obra al nivel de las mejores de Broadway con sabor mexicano. La adaptación incluye gags propios del medio artístico nacional, los cuales no cuesta nada identificar y van creando un ambiente de sentido del humor inevitable.

La temporada seguirá con funciones jueves a las 20 horas; viernes y sábados, 17 y 20:30, y domingos, 13 y 17:30 horas. Boletos en taquilla y en Ticketmaster.