La falta de concreción de reformas estructurales como la política, de desarrollo económico, de movilidad, desarrollo urbano y del sistema de aguas cuesta a la ciudad de México 450 mil millones de pesos al año, un promedio de 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional, que se traduce en dejar de crear nuevos empleos y ser menos competitiva, afirmó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex-DF).

La oportunidad ciudad que tiene, por sus características geográficas, poblacionales, de educación y de oferta de servicios, para detonar su potencial de desarrollo económico, corre el riesgo de no prosperar, si tanto el Gobierno del Distrito Federal como la Asamblea Legislativa siguen sin un rumbo claro sobre la agenda de reformas a aprobar en el corto plazo, advirtió.

No es un reto político o ideológico, sino para la gobernabilidad y desarrollo económico de la ciudad de México, en el que debemos involucrarnos todos, para aprovechar las oportunidades que el contexto nacional e internacional nos ofrece, por lo cual llamamos al Poder Legislativo a procesar los temas y reformas que se requieren con urgencia, afirmó.

El presidente de la Coparmex-DF, José Luis Beato, destacó la importancia de impulsar junto con el Congreso de la Unión una reforma política para el Distrito Federal, que ofrezca un nuevo marco de certeza jurídica para su reordenamiento político y administrativo ante los otros poderes y entidades federativas.

Además, señaló, debe otorgar mayor seguridad a las inversiones nacionales y extranjeras, cuando la ciudad recibió el año pasado 3 mil 480 millones de dólares por concepto de inversión extranjera directa, equivalente a 27 por ciento del total nacional, y que podría duplicarse en los próximos 5 años con un marco jurídico y de fomento adecuado.

Otras reformas pendientes son la Ley para el Desarrollo Económico para incrementar los niveles de productividad y competitividad para las empresas, reactivar la industria y el comercio local y estimular la innovación, y la de movilidad, que permita a los ciudadanos disfrutar de sistemas de transporte público conectados, eficientes, cómodos y seguros.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), refirió, los capitalinos pierden 3.3 millones de horas hombre por las congestiones viales, lo que equivale a unos 33 mil millones de pesos anuales, mientras la ausencia de un modelo bien estructurado de desarrollo urbano, que obliga a la creación de un elevado número de estacionamientos, incentiva el uso del automóvil sobre el transporte público.

Mencionó que otra reforma pendiente es la referente al sistema de agua, para la creación de una empresa u organismo paraestatal que administre el abasto del líquido y el drenaje de la ciudad, que opere con criterios de eficiencia y equidad y garantice retornos de inversión adecuados, siendo también el encargado de fijar el costo de las tarifas de agua y su justo pago.