Mírame, Lima es un viaje visual por la diversidad cultural, étnica y religiosa de la capital peruana.

Esta exposición está montada en el Museo Nacional de Culturas Populares. Consta de 50 fotografías: creaciones plásticas de una abrumadora realidad, cuadros llenos de infinitos detalles que invitan a ser parte de ellos.

Frente de cada una de las fotos, casi teatrales, el visitante puede pasar minutos absorbiendo cada uno de los pixeles derramados de las lentes de Morgana Vargas Llosa y Jaime Travezán, quienes bajo la dirección artística de David Tortora, regalan no sólo la belleza visual de lo cotidiano, sino la policromía y los infinitos sabores de los rincones más populares de la capital peruana.

En la apertura, mencionaron que la muestra, que permanecerá abierta en ese recinto hasta el 3 de marzo, representa una fiesta a través de la imagen de un país que dialoga mediante su cultura con plena naturalidad con México.

En cada una de las imágenes, el visitante puede observar e imaginar la variedad y el gran abanico social de una ciudad compuesta en un tercio de gente de fuera. Millones de palabras se sintetizan en los bellos retratos de los limeños, que siempre ofrecen una sonrisa, un gesto profundo.

Diálogo y curiosidad

Con este proyecto los autores fomentan la integración y el respeto mutuo. Creen en la necesidad de abrir un diálogo y despertar la curiosidad de los limeños sobre su propia diversidad.

El proyecto es una invitación a pasear por una Lima plural, en cuyas casas y calles se refleja el mundo entero. Las familias retratadas son anónimas. Podrían ser unos primos lejanos, unos vecinos de la infancia, la dueña del chifa (lugar donde se sirve la comida también llamda así en referencia a la cocina traída y adaptada al paladar peruano por los inmigrantes chinos), el sastre del barrio o la diseñadora de modas... Eligieron sus objetos más queridos para, como en una obra teatral, poner en escena sus vidas: quiénes son, con qué sueñan y en qué creen..., justifican los artistas.

Al salir de la exposición dan ganas de coger el primer vuelo e ir a recorrer los rincones de Lima y ser parte de esos escenarios. Por cada una de esas ventanas, el espectador puede asomarse para descubrir el crisol de razas y culturas.

En ellos se observan y se pueden sentir la variedad, la riqueza multicultural a todas luces.

En cada cuadro –montaje profundo lleno de elementos– aparecen retratos vivos en los que el espectador se hace partícipe.

El fotógrafo Juan Manuel Castro Prieto dice que en Mírame, Lima el auditorio tiene el privilegio de asomarse a una realidad heterogénea e integradora en la que, sin duda, podría sentirse a gusto. La cantidad de información que proveen las imágenes permite conocer cómo viven sus habitantes, cuáles son sus pertenencias más preciadas, sus sueños, sus valores, y también las religiones, costumbres y creencias provenientes de los más variados lugares del mundo.

Cuando se inauguró, Jaime Travezán dijo, en nombre de Morgana Vargas Llosa, que este proyecto surgió del asombro por la diversidad que existe en Lima, en su gente y en cada una de las características culturales que la rodean.

El fotorreportero Jaime Travezán comenzó su carrera como gráfico; más adelante entró al mundo de la moda y el retrato; ha publicado en revistas como Vogue y Elle, pero también ha cubierto temas como la guerra de Kosovo. Tiene varios premios.

Por su parte, Morgana Vargas Llosa ha trabajado como reportera gráfica desde 1996, la mayor parte del tiempo como freelance para El País. Sus fotografías incluyen reportajes en Ecuador, Albania, Kosovo e Israel/Palestina, donde cubrió la retirada del tropas israelíes de Gaza.

David Tortora es director de arte y diseñador gráfico. Ha trabajado muchos años dentro de los medios del arte y la moda, su trabajo gradualmente se ha enfocado en la fotografía.

La muestra está abierta de martes a jueves, hasta el 3 de marzo, en el Museo Nacional de Culturas Populares, localizado en Avenida Hidalgo 289, Esquina con Allende, en la colonia Del Carmen, Coyoacán. Teléfono: 4155-0366.