En la Iglesia hay poquitos santos y muchos pecadores, pero ésta no se acabará por sicópatas como Marcial Maciel, dijo el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, cuestionado sobre la imagen de la institución tras comprobarse los abusos sexuales que el fundador de los Legionarios de Cristo cometió contra menores de edad.

En la presentación del libro Credo, retrato interior del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, el arzobispo emérito de la arquidiócesis de Guadalajara apuntó: La Iglesia católica está recuperando su imagen, pues la gente sabe dimensionar; Maciel no es toda la Iglesia, acotó respecto a los casos de pederastia que involucran a sacerdotes.

En el libro –que es una amplia entrevista realizada por Andrés Beltramo Álvarez– el purpurado expuso que los abusos sexuales de sacerdotes contra menores de edad “ofenden de manera profunda al pueblo de Dios (…) van en contra del ser sacerdotal y por eso son gravísimos. La voluntad de la Iglesia de extirparlos definitivamente me parece muy positiva. Es muy importante considerar el sufrimiento de la víctima, de sus familiares y ser muy cuidadosos en el proceso, pulcros. El castigo material debe quedar en manos de la autoridad civil”.

Gobiernos del PRI estaban en la nómina de los narcotraficantes

El cardenal también habló brevemente del narcotráfico y la violencia en Michoacán, y ligó el tema a la legalización del aborto en la ciudad de México. El gobierno de Michoacán ya tenía perdida (la batalla contra el crimen organizado), pero no quiero juzgar a la autoridad, hay que hacer algo para remedir este mal, dijo y enseguida refirió que no habrá paz (en el país) hasta que se eliminen los abortos.

En un capítulo del libro, Sandoval Íñiguez refirió: los estupefacientes comenzaron a ser cultivados en México y a transitar hacia Estados Unidos desde la guerra de Vietnam. Al mismo tiempo en Bolivia, Colombia y Ecuador comenzó el cultivo a gran escala de la coca. El paso para todos esos narcóticos era México, los gobiernos no sólo estuvieron de acuerdo con ese tráfico sino que, en diversos casos, eran parte del negocio, estaban en la nómina mensual de los capos de la droga. Así fue durante 30 años, más o menos.

Agregó que el presidente Enrique Peña Nieto tiene que buscarle salida a este asunto por buen camino. Desmintió que la Iglesia católica reciba narcolimosnas. Ningún obispo ha recibido dinero del narcotráfico; es algo que en México no se ha dado.