l próximo 5 de febrero cumpliría 100 años el intenso, polémico y drogadicto escritor William Burroughs, quien representó una de las presencias más provocadoras de la generación beat. Autor de controvertidas obras literarias como Almuerzo desnudo (prohibida durante algún tiempo en Estados Unidos) y Yonki y marica, entre otras, es recordado más allá de las letras por el fatídico asesinato que cometió jugando a Guillermo Tell, con su propia esposa. El incidente ocurrió en algún edificio de la colonia Roma y por tal motivo estuvo preso en Lecumberri por algunos meses.

En la universidad de Bloomington, Indiana, del 5 al 9 de febrero, se está preparando una gran celebración por el mencionado onomástico de este escritor aficionado a las armas y consumidor de opiáceos durante su larga vida (debemos recordar que fue una de las primeras voces en el mundo que propuso la despenalización de las drogas). Esta celebración incluirá un baile conmemorativo, exhibición de películas, exposición de su obra plástica y un simposio de mesas redondas que incluye una conferencia sobre la figura de este autor en México a cargo del experto mexicano Jorge García Robles, autor del libro La bala perdida.

En contraparte, Charles Bukowski nunca tuvo una presencia significativa en México (dicen que llegó a apostar al galgódromo de Tijuana), sin embargo, su influencia en nuestro país permeó a varias generaciones de bukowskitos. Son varias las publicaciones que han aparecido a lo largo de estos últimos 20 años de la muerte de Bukowski, ocurrida precisamente el 8 de marzo de 1994. Desde libros póstumos hasta antologías de correspondencias y varios ensayos académicos.

Particularmente en México, el escritor Mauricio Bares publicó el año pasado una selección de entrevistas que le realizaron al viejo indecente en diversos momentos. En la más reciente edición de la revista Cáñamo, de Barcelona, se dedica un texto al autor de La máquina de follar, y de su muerte se menciona lo siguiente: “Vivió bebiendo como suele vérselo en cada entrevista, vivió mucho más que muchos doradores del puritanismo. Murió de leucemia, por entonces su hígado aún soportaba los embates de la embriaguez. Murió sin miedo. Des–enjaulándose”.

Por lo pronto, la revista Generación prepara un número conmemorativo de ambos onomásticos celebrando también las dos décadas de la apertura de la redacción Charles Bukowski, en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, donde milagrosamente seguimos despachando.

Afortunado nombramiento

Nadie podrá negar que el mayor impulso que se dio a la cultura desde la llegada del PRD al gobierno capitalino fue durante el periodo que gobernó el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Bajo la batuta de Alejandro Aura se instrumentaron algunas de las más significativas iniciativas, como fue la creación del Faro de Oriente y la red de libro-clubes. Entre otras actividades se invitó por primera vez a México a impartir un par de conferencias al más destacado estudioso de la cultura de las drogas, el español Antonio Escohotado. El segundo de a bordo de Aura fue precisamente el poeta Eduardo Vázquez, quien a lo largo de estos años no ha dejado de desempeñar diversas responsabilidades en la administración cultural, lo cual le ha permitido cultivar una sólida experiencia. Con frecuencia se designa al frente de instituciones tan complejas como lo es la Secretaría de Cultura, a personas que no tienen los méritos necesarios; debemos celebrar la llegada de Eduardo Vázquez a la máxima instancia cultural de esta ciudad.

Que viva la mota libre

En un panorama de incertidumbre y desencanto en los terrenos de la política, quizá la mejor noticia que podemos celebrar en estos inicios de 2014 ha sido la despenalización de la producción y distribución, venta y consumo de mariguana en Uruguay, así como la apertura de espacios de venta de la mota para usos recreativos en los estados de Washington y Colorado; la necedad del gobierno mexicano para instrumentar ya la despenalización de la mariguana en nuestro país se está convirtiendo en una sospechosa postura que sólo beneficia al mercado negro. En revistas especializadas como Cáñamo, de Barcelona, se ha advertido con extrañeza ¿por qué las autoridades mexicanas siguen manteniendo una postura tan insensible al respecto?

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