En el contexto de su Capítulo General, la Legión de Cristo señaló que la expectativa es que a finales de este mes sean electos los nuevos superiores de la congregación y reformadas sus constituciones, con lo cual terminaría la labor del delegado pontificio, Velasio de Paolis al frente de dicha organización religiosa.

Benjamín Clariond, vocero internacional de la Legión de Cristo, señaló: “sí, termina el mandato del delegado pontificio y vuelven las cosas a la normalidad –con superiores elegidos por el Capítulo General–, según las disposiciones que nos vaya manifestando el emisario del Vaticano y que están recogidas en las constituciones”.

En una entrevista que Clariond otorgó a la cadena COPE, de España, y que la congregación hizo pública en su página de Internet, el sacerdote aseguró que en los 61 clérigos que participan en el cónclave, que comenzó la semana pasada en el Vaticano, se nota un gran deseo de analizar la congregación, de revisar sus fragilidades, sus fortalezas, y también muy conscientes de los dos puntos que el Papa ha marcado para el Capítulo General, que son la aprobación de las nuevas constituciones y la elección del nuevo gobierno.

Agregó que aunque están muy focalizados en esos puntos, también están atendiendo, revisando y haciendo un examen de conciencia sobre los puntos surgidos de la visita apostólica hecha por cinco obispos, que exigió el Vaticano luego del escándalo desatado por los abusos sexuales contra niños, y que concluyó en 2010. Tras reconocer que el fundador de la congregación, el sacerdote pederasta Marcial Maciel, falló, ya que fue un padre roto, indicó que esta crisis ha dado una lección de humildad a los legionarios.

“Una de las cosas más importantes es la actitud con que queremos afrontar el futuro. Por una parte, quizás en algunos momentos de nuestra historia hemos tenido actitudes un poco arrogantes o creyéndonos un poco superiores a los demás. Y quizás por eso también en algunos momentos no nos hemos integrado plenamente en la vida de la Iglesia local. Pero ahora hemos entendido, al ver el apoyo de tantos obispos, sacerdotes y amigos, que somos un jugador más en el equipo de la Iglesia.

“El camino de la elaboración de las constituciones no sólo ha sido técnico, porque hubiese bastado una semana de cuatro canónicos encerrados en un aula y nos sacan unas nuevas constituciones. Ha sido un proceso de aprendizaje de cómo se ejerce la autoridad (...) Las constituciones nuestras –las que aún están vigentes– llevan muchos números y normas muy detalladas que les dan poca flexibilidad”, señaló.